Para la Fundación Milpa, a través del Centro de Discapacidad, Angelita Castiblanco de Parra, desde su creación, una de las prioridades ha sido la atención a la población discapacitada de Samacá, cuyo número llega a unas 180 personas. Un programa, consolidado entre la Fundación Milpa y la alcaldía de Samacá, convertido en acción institucional a favor de quienes están en tal condición.
Para la Fundación Milpa, desde su creación, una de las prioridades más importantes ha sido la atención a la población discapacitada de Samacá, lo cual se cumple a través del Centro de Discapacidad, Angelita Castiblanco de Parra.
Este grupo humano, cuyos problemas tienen diverso origen, que van de factores congénitos y heredados, hasta las lesiones ocasionadas por el trabajo, y otros accidentes, desde hace varios años recibe una alternativa de acceso a tratamiento, cuidados especiales y procesos de terapias, en un espacio adecuado y bajo la responsabilidad de especialistas en distintos campos, lo cual a su vez se convierte en un alivio extendido a toda la familia del afectado, siendo uno de los beneficios de más profundo significado humano propiciado por la Fundación y el municipio de Samacá.
El programa, con base en la metodología RBC, rehabilitación basada en comunidad, desarrollado entre la Fundación Milpa y la alcaldía de Samacá, es una acción interinstitucional a favor de la población en condición de discapacidad donde se atiende a las personas del municipio que presentan condiciones especiales, cuyo número en promedio es de 180 personas, quienes asisten cada semana para recibir el apoyo y los tratamientos que necesitan.
El trabajo es realizado por tres profesionales especializadas, con quienes además se apoya a los colegios, dado que hay entre los menores un alto índice de discapacidad cognitiva; muchos niños no han recibido el tratamiento adecuado porque las instituciones no saben cómo identificar y cómo hacer un manejo correcto de tales casos.
“La Fundación Milpa es el apoyo y el refugio para las personas de bajos recursos, que no tienen posibilidad de acceder fácilmente a un servicio de rehabilitación en Tunja; entonces lo que busca Milpa con esta fundación es poder facilitar y brindar estos servicios a la población de Samacá. La rehabilitación se hace con un enfoque comunitario, incluyendo a los miembros del entorno familiar; se trata de eliminar todas las barreras de acceso para que cada beneficiario pueda obtener los servicios, así que los pacientes y sus acompañantes reciben el transporte, puerta a puerta”, según explica el equipo a cargo del programa. Estas actividades se complementan con otro tipo de tareas que incluyen la parte ocupacional y formativa.
El trabajo en el gimnasio se realiza los cinco días de la semana con grupos de los diferentes sectores del municipio. Hay personas que también asisten todos los días para hacer el proceso de rehabilitación en las máquinas requeridas; cada día llegan entre 10 a 15 personas a la terapia física.
En cuanto a los costos, la Fundación apoya con todo el sostenimiento del centro y los honorarios de los profesionales; el conductor del bus lo paga la alcaldía. Es un convenio entre las dos instituciones –alcaldía y Fundación- para llevar a cabo todo el programa de rehabilitación basado en comunidad.
Tengo un sobrino con discapacidades como hago para vincularlo