Cartagena, una bomba a punto de estallar

Foto | Eluniversal.com.co
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Por | David Zabaleta / Twitter: @davizabaleta

Si uno se coloca en cualquier punto de la ciudad solo a 15 minutos de donde usted está, va a encontrar pobreza, o pobreza extrema, una situación que se está saliendo de control.

Desde el 2008 la pobreza en Cartagena ha aumentado, la falta de oportunidades para los más vulnerables es evidente, tan solo con salir a la esquina y ver que hay 5 mototaxistas llamando para que utilicen su servicio. Si seguimos avanzando encontramos más puestos de mototaxis y así por toda la ciudad. En la Castellana podemos encontrar una línea de 20 mototaxis, una situación compleja de entender pero la realidad es que ya nos hemos acostumbrado al caos.

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La desigualdad social en Cartagena es alarmante y solo el 1% más rico en Cartagena tiene un ingreso que son 124 veces mayor al 10% de la población más pobre en la ciudad según el DANE, esto refleja los altos índices de pobreza y pobreza extrema. El 34.6% de las personas se encuentra en estas condiciones ósea 327 mil personas sobreviven con menos de $262 mil 638 pesos mensuales, es decir, $7 mil 454 pesos diarios para el 29.2% de personas que se encuentra en condición de pobreza y 5.4% de personas en condición de pobreza extrema que reciben $102 mil 109 pesos, lo que equivale a $3 mil 400 pesos diarios todo esto destinado a suplir necesidades fundamentales como alimentación, educación, salud, transporte y servicios públicos.

El 32.1% de los jóvenes en la ciudad no estudian, ni mucho menos trabajan, la política de inclusión para los jóvenes en condición de vulnerabilidad es nula, el estado no garantiza las oportunidades lo cual conduce a los jóvenes a la delincuencia e ilegalidad convirtiendo a esta en la primera puerta que en la mayoría de los casos ellos toman como forma de solucionar sus problemas económicos, social y familiar.

Hoy la ciudad atraviesa por una gran crisis institucional y social, hasta la fecha Cartagena completó ocho alcaldes, entre encargados y titulares, en siete años y las casas politiqueras o mafias de la ciudad se han tomado el poder financiando con escandalosas cifras que superan los 10 mil millones de pesos a candidatos que estén dispuesto a pagarle sus favores políticos.

En Cartagena no hay un contrato público que se pueda ganar limpiamente, las licitaciones son amarradas, todo lo controlan para enriquecerse unos cuantos que se han apropiado del presupuesto público de la ciudad, todo esto refleja el caos de nuestra ciudad en todos sus aspectos, movilidad, seguridad, educación, pobreza, empleo, desigualdad.

*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan la postura editorial de EL DIARIO.

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