El triunfo del ingeniero electrónico Carlos Amaya es, principalmente, el reconocimiento de un gran sector de la población a lo realizado durante su primera gobernación en el periodo 2016-2019. Aunque Amaya perdió voto de opinión con relación a las elecciones del 2015, en esta ocasión fue respaldado mayoritariamente por sectores rurales y de provincia.
Con el triunfo en las elecciones del domingo 19 de octubre, el ingeniero electrónico Carlos Andrés Amaya se convierte en uno de los dirigentes políticos más importantes del último siglo en Boyacá.
En primer lugar hay que decir que grandes sectores de la población le reconocieron a Amaya los resultados de la gobernación 2016-2019, que fue la misma razón por la que hace cuatro años fue elegido como gobernador Ramiro Barragán Adame, de su mismo partido y de su misma vertiente política.
Aunque en esta oportunidad Amaya estuvo respaldado por una enorme máquina política y burocrática, no se puede desconocer que miles de boyacenses reconocieron los logros de su primer mandato en temas como superación de la pobreza, educación, salud, agro, medio ambiente, infraestructura y diálogo y paz.
Por supuesto que Amaya se entiende y muy bien con toda la clase política regional, pero en esta oportunidad, por ejemplo, contó con el apoyo de grandes sectores del empresariado, de industriales y mineros que esperan que él los respalde en lo que muchos han considerado la arremetida del gobierno de Gustavo Petro contra el sector privado.
Por eso el apoyo a Amaya por parte de Miguel Parra y los productores de coque y carbón, de Samacá y Valderrama; de empresarios de las esmeraldas del Occidente de Boyacá y de los empresarios del corredor industrial de Boyacá.
Durante estos últimos años, luego de terminar su primer periodo como gobernador de Boyacá, Amaya también se ha proyectado como un líder político nacional; no solo por su respaldo, amistad y liderazgo dentro del partido Alianza Verde sino por su papel como precandidato presidencial. Por eso los ataques en su contra por parte de sectores de la prensa nacional.
Amaya se define ideológicamente como de centro-izquierda. Desde sus inicios ha militado en las filas del partido Alianza Verde.
Carlos Amaya inició su vida pública como líder estudiantil en Boyacá, apropiándose de la lucha estudiantil para llegar a la política. En 2010, fue electo representante a la Cámara por su departamento, siendo en su momento el congresista más joven, destacado con el premio TOYP (Ten Outstanding Young Persons Of the World) como uno de los 10 jóvenes más sobresalientes de Colombia En 2015, con 30 años, se inscribió como candidato a la Gobernación de Boyacá, convirtiéndose el 25 de octubre en el gobernador más joven de su departamento desde que en Colombia se elige por voto popular a los mandatarios regionales. En su ejercicio en la Gobernación, fue destacado como mejor mandatario regional del país en dos ocasiones (2016 y 2019) por el panel de opinión realizado anualmente por la firma Cifras y Conceptos y finalizó su mandato como el gobernador con la mayor imagen favorable, según encuesta del Centro Nacional de Consultoría para el noticiero CM&. También fue reconocido por Colombia Líder como el mejor mandatario nacional en superación de la pobreza en 2018.
Entre sus logros más destacados en su paso por la gobernación está el de la superación de la pobreza monetaria, pobreza extrema y la desigualdad en niveles muy superiores a los nacionales, la reactivación del agro con la entrega de bancos de maquinaria a asociaciones campesinas, la construcción, remodelación y dotación de hospitales en todo el departamento y el impulso a la educación pública con la construcción de colegios y apoyo a la rebaja de matrículas en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, la prohibición del asbesto en la contratación de la Gobernación, la política medioambiental que incluyó el rechazo al fracking, la prohibición del plástico de un solo uso en la Gobernación y el cuidado de páramos y fuentes hídricas, entre otros.
El respaldo de la provincial de los sectores rurales en las elecciones de ayer obedece también al carisma de Amaya y a su buena relación con sectores campesinos.
Hay provincias que no olvidan obras como las construcción o terminación de los hospitales de Moniquirá y Miraflores, la construcción de la sede de la Uptc en Puerto Boyacá, la pavimentación de la vía de Tunja a Siachoque , el mejoramiento de 129 kilómetros en la vía Belén – Socha – Sácama – La Cabuya – Paz de Ariporo, el mejoramiento de 29 kilómetros en la Puerto Boyacá – Otanche – Chiquinquirá; la continuación delos 81 kilómetros en la vía Duitama – Charalá – San Gil, el mejoramiento de 41 kilómetros en la vía Sogamoso – El Crucero – Toquilla – Pajarito – Aguazul o la terminación de la pavimentación de vía Vado Hondo – Labranzagrande – Yopal, iniciada en el gobierno Amaya.
Amaya si tiene máquina política y la utilizó para lograr el triunfo de ayer, pero hay unas grandes ejecuciones que los ciudadanos le reconocieron en diferentes ciudades y regiones de Boyacá.
Con el «triunfo» de Amaya ganaron, la corrupción, el clientelismo y la politiqueria…Y PERDIO BOYACÁ…INCREIBLE.