El exgobernador se pronunció sobre el efecto que la reforma Tributaria tendrá sobre las actividades de los productores de carbón y el coque. “Con los altos impuestos al carbón, Boyacá resultará pagando buena parte de la reforma tributaria”, señaló.
El exgobernador de Boyacá Carlos Andrés Amaya dijo hoy que el departamento se podría ver altamente afectado por la reforma Tributaria del Gobierno de Gustavo Petro y que recursos provenientes del impuesto a esa producción saldrían hacia otras regiones.
En declaraciones recogidas por la revista Semana, Amaya se refirió a la nueva ponencia de la reforma tributaria presentada en las últimas horas al Congreso, avalada por el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, y que tiene ajustes fundamentales.
Según explicó el jefe de la cartera de Hacienda, con la nueva propuesta, el sector minero pasará a ser uno de los que más carga tributaria tenga en el país; un anuncio que no gustó a algunos líderes, entre ellos, a Carlos Amaya, quien alerta que eso afectaría a Boyacá.
“Con los altos impuestos al carbón, Boyacá resultará pagando buena parte de la reforma tributaria de Petro”, criticó el exgobernador de Boyacá.
Y agregó: “Después de los TLC que tanto han afectado el agro, este es uno de los golpes más duros para la economía del departamento en las últimas décadas”, afirmó Amaya.
Según le detalló el exgobernador a SEMANA, no está de acuerdo con que el sector minero vaya a ser uno de los que más ponga en la tributaria, porque representa el 30 % del sustento directo de más de 30 municipios.
Dijo que una de esas familias que salieron adelante gracias a la minería es la suya, ya que su padre, según relató, nunca recibió ayuda del Estado sino que salió adelante siendo trabajador de ese sector. “Fue y se metió a una mina a trabajar 38 años”, contó Amaya.
Tampoco está de acuerdo con que la minería se compare con el narcotráfico, como se ha hecho desde el Gobierno; especialmente el presidente Gustavo Petro, quien lo ha expresado en varias ocasiones.
“No puede estarse construyendo en el imaginario colectivo que la minería es un veneno, comparándolo con la coca”, afirmó Amaya. Dijo que no se puede equiparar a quienes se dedican a delinquir comercializando droga a quienes tienen empleos en el sector minero.
A pesar de eso, reconoce que hay una situación de calentamiento global que se debe atender, pero reclama que la gestión de Colombia será insignificante con relación a las dinámicas que tiene el mundo. Dijo que aún si Colombia deja de extraer minerales, estos se van a seguir consumiendo y otros países lo van a comercializar. “Si Colombia no lo vende, otros países lo van a hacer”, afirmó en la entrevista que le hizo Semana.