Con el proyecto Esperanza Sin Fronteras se capacitaron funcionarios del ICBF regional Boyacá, para proteger a niños migrantes, refugiados, de acogida, o, la niñez colombiana en riesgo.
El proyecto Esperanza sin Fronteras apoya a la niñez migrante y refugiada por medio de la atención humanitaria identificando a la niñez no acompañada y separada o vinculando a niñas y niños a los Espacios Amigables para la Niñez: un lugar donde pueden aprender sobre sus derechos.
Esperanza Sin Fronteras promueve espacios de formación para que los funcionarios proporcionen atenciones oportunas a la población migrante, retornada y de acogida, que busca apoyo o información en entidades gubernamentales, organizaciones sociales e incluso en las líderes y lideresas de las comunidades.
48 funcionarios del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), que hacen parte de los equipos técnicos de la Regional Boyacá, participaron de los talleres integrando a 129 agentes educativas y madres comunitarias de las diferentes modalidades de atención en primera infancia que posee el ICBF como FAMI, CDI y Hogares Comunitarios.
Los funcionarios y agentes participaron del fortalecimiento en primeros auxilios psicológicos, como primer tema para facilitar herramientas de identificación y atención a las situaciones de crisis que pueden llegar a afectar a las comunidades: especialmente a las niñas, niños y adolescentes. Adicionalmente, se expuso el modelo de Crianza con Ternura para que pueda ser replicado con la población mitigando cualquier tipo de violencia contra la niñez.
Dentro de esta respuesta protectora a la niñez migrante que transita o que se encuentra instalada en Arcabuco, Tunja, Moniquirá, Chiquinquirá, Sogamoso, Bogotá y Soacha, involucran a las madres, padres y cuidadores para que conozcan los principales peligros en la ruta para ellos y sus hijos, además de prevenir cualquier tipo de violencia por medio de una crianza con ternura.
Para aquellas familias participantes del proyecto con vocación de permanencia en Bogotá, Tunja, Moniquirá, Sogamoso, Barbosa, entre otros municipios, les brindan transferencias monetarias para arrendamiento con el objetivo de que puedan mejorar las condiciones en sus alojamientos y hogares, pues, según el Análisis de Necesidades de Refugiados y Migrantes del GIFMM*, el 52% de las familias en condición de permanencia del territorio colombiano, refieren como prioridad el apoyo al alquiler.
Este proyecto recibe apoyo de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de los Estados Unidos y la organización humanitaria World Vision.
