De las 19 regiones donde Camacol realiza medición de ventas de unidades de vivienda, solo una presentó índices negativos en el primer semestre del año. Boyacá tuvo un crecimiento del 106%, siendo una de las regiones donde más se disparó la venta de vivienda en la primera mitad del 2021.
Comprar vivienda fue un anhelo que, a pesar de la pandemia y sus inminentes consecuencias, no dejó de ser un anhelo prioritario para miles de familias colombianas. Claro que el primer año de la pandemia si evidenció un impacto en el sector, pero para el primer semestre de 2021 se han dado claros signos de recuperación.
De 19 regiones en las que se hace medición del comportamiento del mercado inmobiliario, solo una tuvo un rendimiento negativo, todas las demás lograron crecimientos positivos, entre esas Boyacá, que fue el segundo departamento con en términos de crecimiento, con un 106%.
“En todos los segmentos estamos creciendo, aunque la vivienda social sigue siendo la protagonista de la reactivación”, comenta Sandra Forero, presidenta ejecutiva de Camacol.
Para el primer semestre de 2021 se vendieron en Colombia 112.995 unidades de vivienda, lo que representó un incremento del 43% respecto al primer semestre de 2020. De las 112.995 unidades vendidas en el primer semestre, 78.540 corresponden al sector VIS (Vivienda de Interés Social), 27.256 hacen parte del segmento medio, y 7.199 al segmento alto.
En Boyacá se comercializaron 1.685 unidades de vivienda en el primer semestre, que a su representan un crecimiento significativo, pues esta cifra dobla la registrada el año anterior. El incremento también equivale a un aumento del47% respecto al promedio histórico. “Fue el mejor primer semestre de los últimos seis años”, relata Ana Elvia Ochoa, gerente de Camacol Boyacá y Casanare.
Agrega Ochoa que la comercialización de esas 1.685 unidades de vivienda equivale a transacciones por más de 257 mil millones de pesos. El 74% de las ventas corresponde al sector VIS.
Dado que el primer semestre dejó buenos signos de recuperación, desde la gerencia regional de Camacol Boyacá y Casanare se espera cerrar el año con una meta de 3.200 unidades de vivienda vendidas.
No todo lo que brilla es oro
Sobre la mesa está una problemática que tiene inquieto a todo el gremio del sector de la construcción, relacionada con los precios de los insumos y materiales, más concretamente lo que tiene que ver con hierros y aceros, que en los últimos tiempos,y a causa de condiciones de mercado acentuadas por la pandemia, han visto dispararse sus precios.
Por parametros legales y por un tema de claridad y juego limpio en materia de comercialización, los constructores no pueden cambiar así como así el precio de las viviendas. En algunos casos existen acuerdos de preventa, en otros promesas de compraventa, y para el caso de la vivienda VIS unos topes de regulación de precios, exigidos por el Estado, por lo que no es posible que los constructores estén variando las cifras de la vivienda con el ánimo de recuperar el exceso pagado en la adquisición de los insumos.
Se calcula que esos sobrecostos hoy rondan un 37%, por lo que hay una especie de amenaza para el tejido empresarial, aunque los signos de mejora en el comportamiento del mercado pueden ser motivo suficiente para encontrar el equilibrio con esa carga adicional que está suponiendo el incremento en el valor de los insumos de construcción.
