Un par de semanas atrás el Congreso de la República dio el visto bueno al Proyecto de Ley mediante el cual la Nación se vincula a la celebración del Bicentenario de la campaña Libertadora de 1819.
Sin embargo, la ley, que aún está pendiente de sanción presidencial, carece de la sustancia básica, especificar la procedencia y los recursos a invertir para el mejoramiento social, económico, tecnológico y ambiental del que serán objeto los municipios que hicieron parte de la Ruta Libertadora.
A finales de 2016 los congresistas Jorge Hernando Pedraza, Senén Niño, Rigoberto Barón, Jairo Castiblanco, Humphrey Roa, Cristóbal Rodríguez, Ciro Ramírez, Rafael Romero, Sandra Ortiz y Jhon Eduardo Molina radicaron el Proyecto de Ley por medio del cual la Nación se vincula a la celebración del bicentenario de la campaña Libertadora.
Y el proyecto es de los más completos que se hayan visto pasar por las manos de los honorables congresistas durante este periodo legislativo. Pero tuvo un enorme vacío, no específico cómo se va a realizar todo lo que allí está planteado.
De acuerdo a esta iniciativa, que aún está pendiente de sanción presidencial, los municipios de Arauca, Tame, Hato Corozal, Paz de Ariporo, Pore, Támara, Nunchía, Paya, Pisba Labranzagrande, Socotá, Socha, Tasco, Betéitiva, Corrales, Gámeza, Tutazá, Belén, Cerinza, Santa Rosa de Viterbo, Corrales, Busbanzá , Floresta, Duitama, Paipa, Tópaga, Toca, Chivatá, Soracá, Tunja, Ventaquemada, Villapinzón, Chivatá, Chocontá, Suesca, Gachancipá, Tocancipá, Chía y el centro histórico de Bogotá; serán beneficiarios de planes, programas y obras de desarrollo, con el ánimo de exaltar su valor patriótico y aporte histórico a la patria.
El Proyecto de Ley no escatima a la hora de aclarar los diversos planes a desarrollar para realizar dicho reconocimiento a los municipios de la Ruta Libertadora. Entre estos están un plan piloto de tecnología, ciencia e innovación; el cual contempla la destinación de recursos para la instalación de fibra óptica en todos los municipios. Un plan piloto para la aplicación de tecnologías de la información en la educación, este contempla la dotación de tableros digitales interactivos, computadores, tabletas digitales y otros equipos informáticos, incluyendo la gratuidad en el servicio de banda ancha y la capacitación de docentes, directivos y personal administrativo en el uso y apropiación de las herramientas digitales. También contempla un programa de construcción de megacolegios, el cual promulga el equipamiento con bibliotecas y laboratorios para las instituciones educativas del sector público.
El sector agropecuario no se quedó por fuera de la consideración y los planes contemplados en este proyecto de ley. Por ello, en este se proclama la necesidad de dotar con vivienda digna al campesinado perteneciente a estos municipios, así como el fácil acceso a la educación superior por parte de aquella población que reside y trabaja en las zonas rurales, y a créditos que permitan fomentar y promover la agroindustria. Adicionalmente existe un programa de ampliación y mejoramiento de la infraestructura vial en los municipios de la Ruta Libertadora, el cual da prioridad a la construcción del ferrocarril que comunique a los departamentos de la zona centro oriental del país, y la construcción o mejoramiento de vías secundarias y terciarias.
El proyecto además contempla un plan integral de mejoramiento social, que incluye la construcción de vivienda digna para zonas rurales y urbanas, saneamiento básico, mejoramiento de condiciones de infraestructura y dotación biomédica de las instituciones integrantes de la red de salud. Otro aspecto incluido es el programa de fortalecimiento turístico, que apela a la promoción empresarial del sector y la pavimentación de los anillos o circuitos turísticos de cada uno de los cuatro departamentos incluidos en este proyecto de ley.
La conservación del medio ambiente tampoco se olvidó en este proyecto, por ello se incluyeron programas para la protección ambiental, y un programa de capacitación y asistencia a la pequeña minería. El proyecto hace especial énfasis en la necesidad de proteger el Lago de Tota.
A la vez, fueron incluidos planes y programas para el manejo y la protección de los bienes de interés cultural, entendiéndose por estos los lugares de relevancia histórica en la campaña Libertadora como lo son el Puente de Boyacá, el Puente del Común (Chía), el Pantano de Vargas, la Capilla San Lázaro, entre otros. A su vez se producirán piezas de documentación histórica, ya sea mediante la edición o reimpresión de documentos escritos o la elaboración de documentales de la Campaña Libertadora También incluye un plan conmemorativo, mediante el cual se realizarán eventos conmemorativos de la Campaña Libertadora, entre los que están exposiciones artísticas conciertos y simulacros de las batallas del Pantano de Vargas y el Puente de Boyacá.
Pareciera entonces que los congresistas no olvidaron detalle alguno para celebrar el Bicentenario de la Campaña Libertadora como Boyacá, Arauca, Cundinamarca y Casanare lo merecen. Pero no es así, el tan completo proyecto de ley en ninguna parte específica los montos a invertir, ni los plazos, ni el alcance, ni siquiera el modo de ejecución de estos proyectos; solo aclara que algunos estarán a cargo del Ministerio de Educación, del Ministerio de Transporte, del Ministerio de Minas y Energía, de las gobernaciones y de las alcaldías; pero no detalla que compromisos adquiere la nación, ni que recursos le corresponden a uno o a otro municipio para poder llevar a cabo tan complejo plan.
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