A pesar de que el Gobierno Nacional insiste en que ha dado garantías a estos establecimientos, el acceso a créditos ha sido prácticamente imposible. Si la situación no cambia, la mayoría de estos desaparecerán antes de que termine el año.
A diario en Prevención y acción, así como en otras plataformas de difusión de información del Gobierno Nacional, se han enunciado supuestas ayudas a empresarios del ocio y entretenimiento.
Pero su realidad es muy diferente y realmente alarmante, pues apenas 44 empresarios de bares de todo el país han tenido acceso a créditos. El caso de Boyacá es absolutamente diciente, en Tunja solo han tenido esta oportunidad 2 de 249 empresarios de bares, y en el resto del departamento solo uno, que está ubicado en Paipa.
Tan limitado ha sido el acceso a créditos y a verdaderas ayudas que de 90 mil restaurantes que existían en Colombia antes de la pandemia, hoy quedan apenas unos 49 mil, con el agravante de que muchos de estos podrían cerrar antes de que termine el año si la situación no cambia.
En Boyacá han sido apenas 35 microempresarios de restaurantes los que han logrado dichos créditos: 2 en Chiquinquirá, 6 en Duitama, 1 en Moniquirá, 1 en Paipa, 1 en Samacá, 1 en Soatá, 9 en Sogamoso, 1 Sutamarchán, 1 en Tibasosa, 1 en Toca, 8 en Villa de Leyva, 3 en Tunja, advirtiendo que en la capital boyacense existen alrededor de 500, lo que a su vez refleja que la proporción de esta ayuda es mínima.
Algo que ha despertado la preocupación tanto de empresarios de bares, como de restaurantes y licoreras es que no existe ningún tipo de ayuda o estímulo a nivel local o regional, sino que la única forma de acceder a créditos es mediante la denominada “Línea Colombia Responde Para Todos”.
