Después de seis años y de pasar por muchos altibajos, esta joven paipana, en condición de discapacidad, se graduó de profesional.
“Encontré un lugar el cual no me pidió cambiar ni adaptarme, la Universidad cambió por mí”, fueron las palabras de Andrea Yolima Aponte Ruíz, quien desde muy niña abrazó el sueño de salir adelante y se aferró a la vida, tan fuerte, que cada meta que se proponía la alcanzaba, hasta lograr su título profesional como Bióloga de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, UPTC.
Diagnosticada desde los cuatro años de edad con distrofia muscular espinal tipo 2, que afecta los músculos voluntarios, la hija de Diana Ruiz Bernal, fijaría a temprana edad decisiones trascendentales en su vida como “quiero ser independiente”.
Con el corazón noble y la sonrisa entera, Aponte, de ojos café, cabello negro ondulado, piel blanca y lunares que adornan su rostro, encerró la esperanza de estudiar y nunca la dejó salir como aquel relato griego de Pandora.
Para Diana Ruiz, madre de Andrea, su hija es un ejemplo de valentía y de amor propio. “Andrea representa fortaleza, el valor de amar la vida y de amarse a ella, eso es lo que le ha permitido salir adelante”, puntualizó.
Pese a los obstáculos y situaciones que trae un colegio, pero con el apoyo de su familia, logró terminar el bachillerato, con un camino de altibajos en el que siempre contó con su compañera de vida, la silla de ruedas, la que también fue testigo de sus lágrimas, alegrías y triunfos y que la acompañó para que en el año 2017 ingresara a la UPTC.
La decisión de estudiar al programa de Biología trasciende de su vasta experiencia relacionada con las ciencias de la salud y también, por su intriga y gusto por la genética, pues gran parte de su vida la ha vivido en un hospital.
“Ingresar a la UPTC me implicó un proceso de adaptación, y gracias al apoyo recibido por la Universidad y Bienestar Universitario, desde su programa de inclusión, me garantizaron mi estancia académica, y acondicionaron la planta física para mi bienestar”, indicó Andrea.
Gina Jiménez, coordinadora de Desarrollo Humano de la Dirección de Bienestar Universitario, contó que desde que Andrea ingresó en el primer semestre de 2017, se realizaron adecuaciones en el Edificio Central como el ascensor y diferentes rampas en varios lugares de la UPTC, para que ella se pudiera movilizar.
“Ella es una estudiante muy independiente y autónoma, durante pandemia, le asignamos un becario, una tarjeta para internet y un computador, con el fin de que continuara con su proceso académico”, aseguró Jiménez.
A la fecha, la UPTC cuenta con 79 estudiantes en condición de discapacidad que se benefician de las adecuaciones y de los servicios que presta Bienestar Universitario.
Para los docentes de la UPTC ha sido un reto enorme debido a la pedagogía que se debe implementar y más cuando éste requiere de salidas pedagógicas, así lo resaltó Carolina Ramos, docente de la Escuela de Biología, “como docentes tuvimos la oportunidad de compartir con ella en los espacios de laboratorio de la U y fue un reto poder acercarla a las prácticas de campo”.
Pasaron más de 6 años y la Resolución de graduación ya se firmaba en rectoría, Aponte cumplió el sueño de ser bióloga el pasado 16 de junio.
“Da orgullo ser una persona discapacitada estudiando, lo que me dejó la Universidad fueron muchos momentos bonitos con mis amigos, mi familia, las experiencias y aprendí a vivir la vida momento a momento, espero poder continuar con mis estudios e iniciar una vida laboral”, concluyó.
Fuente | UPTC
