Jóvenes migran hacia las ciudades y esto ha generado un impacto negativo en la producción agropecuaria del departamento.
El campo boyacense vive una ‘mini crisis’ en la mano de obra. Cada día, las personas jóvenes se alejan de las labores agropecuarias, generando inconvenientes en las cadenas productivas ya que escasean trabajadores para recoger cosechas de café, la cebolla, la papa, la zanahoria y gran variedad de hortalizas.
Según Segundo Chaparro, secretario de Fomento Agropecuario, esto afecta de gran manera a la producción debido a que las personas que más ayudan en las labores del campo están en un promedio de 40 y 60 años, un rango de edad que no cuenta con un buen índice de efectividad.
“Cuando un agricultor quiere aumentar la producción, lo primero que debe verificar es si cuenta con la mano de obra. Por ejemplo en la quinua, cuando se recoge de manera manual, hay pérdidas altas porque no tienen mano de obra (…) ¿Dónde están los jóvenes de 20 años ayudando en las labores agropecuarias?”, expresó el secretario.
La Secretaría de Fomento Agropecuario afirma que “en la medida en que se tecnifique el campo, de la mano de la institucionalidad, se va a evitar que los jóvenes sigan emigrando”.
“Es una tendencia no solo del departamento sino de todo el país y de América Latina. Vamos a tener dificultades porque dependeremos de alimentos importados cuando podemos producirlos aquí”, concluyó Segundo Chaparro.