Luego de la reventa de la Brookfiel a Northland Power, estas multinacionales han venido deteriorando las condiciones de sus trabajadores, no solo con una reducción de su nómina que se aproxima a 70%, sino que todo el empleo indirecto que dependía de la EBSA que era aproximadamente de 30.000 contratistas.
Hoy la empresa, mes a mes, viene aumentando el valor del kilovatio de energía, incluyendo la época de pandemia, cuando los hogares en encierro tuvieron que soportar las mismas alzas, sin consideración del estado de pérdida de trabajo e ingresos de los hogares.
Pero los atropellos no se detienen allí. En la actual coyuntura avanza un conflicto sin precedentes en maltrato a los trabajadores que hacen parte de la convención o sindicato, contra ellos se ha llegado a un destajo laboral por parte de Norman Power, en la actualidad se encuentran en disputa las negociaciones en torno a salario y vigencia de Salarios.
Según los trabajadores, desde el 2017 no han superado el ipc, pero como se demuestra en el cuadro, no siquiera se está cumpliendo con la indexación de salarios al ipc, lo que significa un franco deterioro de los salarios reales de los trabajadores, esto aplica para todos los trabajadores de la convención y sindicalizados.
Ante esta realidad, los trabajadores han presentado un nuevo pliego que recoja el ipc, o, el salario mínimo vigente más cinco puntos.
Otro aspecto anómalo, es que los reconocimientos de primas e incentivos, castigan a los trabajadores, donde a los trabajadores nuevos las vigencias para reconocimiento de incentivos es de dos años; pero, para aquellos que cumplen más de 25 años de labores y más, estos reconocimientos se hacen a cuatro años en adelante, lo que viene vulnerando a trabajadores que continúan desde el 2017, castigan la Brufiel y Northland Power.
Un aspecto que está en plena tensión en los trabajadores es que aquellos que no están condicionados, les pagan mejor en promedio son salarios integrales que llegan a los 13 millones de pesos, el sueldo del gerente bordea los 30 millones de pesos mensuales, lo mismo que de altos directivos.
Esto no solo es un atentado a la organización sindical, sino que se convierte en una persecución sindical abierta y descarada, en manos de esta multinacional.
En los próximos días, se estará haciendo un foro a nivel departamental en la ciudad de Tunja, donde se estará observando la situación de la política minero energética en el departamento de Boyacá, los abusos de la empresa de energía se Boyacá y movilizaciones con denuncias a nivel internacional ante la OIT y parlamentarios canadienses que le están haciendo seguimiento a los abusos de este capital transaccional en países empobrecidos del tercer mundo.