Por: Carlos Molina
Estamos en una época donde el avance tecnológico corre a la velocidad de luz, todo gira en torno a este, pero así como el internet, redes sociales y otras herramientas tecnológicas aportan para que la vida sea más fácil y sencilla, también son armas de doble filo, que sí se utilizan mal, pueden generan grandes daños.
Twitter y Facebook son dos redes sociales donde se pueden compartir fotos, hablar con amigos y encontrar personas que en años no se ven, además dan la opción de expresar sentimientos y emociones, pero, en algunos casos, se pueden herir susceptibilidades y hasta pueden resultar agredidas verbalmente muchas personas.
Adentrándonos a Twitter, donde en 140 caracteres se puede decir cualquier cosa y esta puede ser vista por miles de personas, en algunos casos, esta red social se ha prestado para difamar, denigrar e insultar a las personas, dejando a un lado la objetividad y el argumento por la barbaridad y la maldad; tristemente lo que ha pasado en Boyacá en los últimos tiempos.
Peleas entre políticos, periodistas y ciudadanía se ha vuelto el pan de cada día en las redes sociales, dando muestra del contagioso virus de intolerancia que invade al departamento, entonces: ¿A dónde iremos a parar si se sigue con esto?, ¿Esta es la paz de la que tanto hablamos?
La invitación es para que se sí se utiliza Twitter o cualquier red social, sea para argumentar y opinar de una manera adecuada, sin dañar la integridad ni el buen nombre de nadie, por el contrario si se abren espacios de debate, que sea en un tono de amistad y hermandad, poniendo por encima el respeto ante todo.
A todo lo demás se debería incluir también a los periódicos que por pauta y contratos chichipatos se dejan comprar ante los gobernantes de turno. Estos periódicos no hace más sino amañar las noticias y los titulares. Los vídeos y sí señores, los tweets y post en Facebook. Sino, miremos las últimas noticias, todo amañado en pro de los gobernantes y nunca escuchando a sus lectores.
Deberían aplicar lo que escriben señores de EL DIARIO.
¡Ustedes exigiendo que los usuarios de las redes y sus lectores no se enfaden con sus notícias amañadas!