El comportamiento del mercado laboral se alinea con el desempeño de la economía. Los moderados síntomas de reactivación de la economía colombiana se reflejan, con un notorio rezago, en el acompasamiento de las fuentes de trabajo. A lo anterior, hay que agregarle las persistentes brechas de género, edad y localización geográfica, trátese de la población urbana o rural.
El peor momento de la pérdida de puestos de trabajo se evidenció durante la pandemia, particularmente 2020/2021, cuando el desempleo, en el mes de febrero, alcanzó sus mayores niveles, para luego declinar en los últimos años, resultado del acoplamiento de la oferta y la demanda de trabajo. Entre febrero de 2023 e igual periodo de 2024 se generaron 260.000 nuevos puestos de trabajo y, en contraste, el número de desempleados se redujo en más de 680.000 personas.
La fuerza de trabajo se ha elevado intermitentemente, hasta situarse en un poco más de 25 millones, mientras la contratación de mano de obra ha fluctuado espasmódicamente hasta copar alrededor de 22,5 millones de colombianos y el desempleo sigue una errática trayectoria que lo llevó, en febrero de este, año a registrar 2,9 millones de cesantes. El rebusque se ha mantenido en el mismo nivel, fenómeno que se mueve en la misma dirección de la informalidad, que bordea el 58 por ciento de las personas ocupadas.
En el trimestre móvil diciembre 2023/febrero 2024, la tasa de ocupación evidenció una leve mejoría al saltar de 57,5 por ciento a 58,7 por ciento en comparación con igual periodo de 2022/2023: simultáneamente, el desempleo se contrajo ligeramente, durante el mismo intervalo, de 12,3 a 11,4 por ciento. Ello significa, que durante este lapso el empleo aumentó en cerca de 400.000 plazas y un poco más de 60.000 colombianos abandonaron su condición de desempleados.
Y, ¿qué pasó en Tunja?
El desempeño del mercado laboral en Tunja, en términos de generación de empleo se ha estancado, y tanto la desocupación -ocupando el 10º. lugar dentro de las 23 ciudades encuestadas por el DANE-como el subempleo han tendido a aumentar ligeramente.
Ahora bien, como se puede apreciar, el año 2020 fue un año crítico en la trayectoria del mercado laboral de Tunja, sin embargo, el periodo más dramático fue 2021, en tanto que 2022 significó la reversión de la destrucción de empleos. En el intervalo diciembre de 2022/febrero de 2023 y diciembre de 2023/febrero de 2024, se crearon tan solo 1.000 nuevos puestos de trabajo y se perdió a misma cifra, lo que quiere decir que mercado de trabajo tunjano se estancó, comoquiera que la tasa de ocupación se mantuvo en 55,6 por ciento y la tasa de desempleó registro un leve aumento de 0,7 puntos.
Así las cosas, desde que se instaló la actual administración municipal, aún no mejora la creación de empleo. La estructura sectorial de la ciudad es muy dispersa y los sectores con mayor contribución son la Administración pública y el comercio, los cuales representan el 47 por ciento de los 78.000 trabajadores y empleados tunjanos. La composición ocupacional está conformada, principalmente, por obreros y empleados particulares (47,4 por ciento), trabajadores por cuenta propia (30,0 por ciento) y obreros y empleados del gobierno (15,4 por ciento).
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