Los copos de nieve caen del cielo, las luces de colores adornan el entorno y en lo más profundo de tu corazón sientes el deseo de una cálida lluvia de dinero. En Navidad, los mejores casinos online España son más populares que nunca. La gente también hace cola durante horas en las tiendas de lotería para comprar sus décimos del Gordo.
¿Por qué la temporada festiva en particular pone tanto en el punto de mira la esperanza de ganar un billete de lotería? Hay algunas razones para ello, que explicaremos a continuación.
El consumo aumenta considerablemente en Navidad: la demanda no deja de crecer
Los paquetes navideños bajo el árbol de Navidad aumentan cada año y los deseos de la familia se vuelven más exigentes. Si el presupuesto es insuficiente, muchos deseos navideños para uno mismo o para los seres queridos se quedan sin cumplir. Es una situación triste para muchas personas, aunque otros valores son, por supuesto, mucho más importantes durante las fiestas.
El sueño de tener mucho dinero a menudo se debe a que queremos hacer felices a los demás y no queremos mirar con ansiedad nuestra cuenta bancaria. Por supuesto, un regalo hecho en casa siempre es bien recibido y su valor no se mide por su precio. Sin embargo, muchas personas sueñan con cumplir todos los deseos de su lista y disfrutar de la felicidad de unos ojos brillantes.
Alivio financiero en el nuevo año: diciembre puede ser caro
Las compras navideñas suelen ir acompañadas de un agujero en la caja. El gasto en diciembre es elevado y, a más tardar en enero, las compañías de seguros, los caseros y muchas otras instituciones también quieren su dinero.
Siempre que la gente siente los límites de sus recursos financieros, aumenta su disposición a soñar. ¿No sería increíblemente apropiado que, tras un diciembre caro, todas las preocupaciones monetarias se resolvieran por fin con El Gordo?
Un ambiente contemplativo y la esperanza de un milagro
Para los religiosos, la Navidad es algo muy especial. La caridad, el cristianismo, la armonía y la contemplación caracterizan esta fase del año y todo el mundo recuerda con cariño el milagro del nacimiento de Cristo. En una época de “milagros”, la gente está más dispuesta a esperar un giro afortunado del destino.
Al fin y al cabo, funcionó hace cientos de años. Puede que entonces no fluyeran los millones, pero el milagro navideño sigue estando muy cerca del corazón de mucha gente y aumenta su disposición a soñar por sí mismos.
Un nuevo comienzo en el nuevo año: sería posible con una inyección financiera
Aunque sólo hay 24 horas entre el 31 de diciembre y el 1 de enero, el cambio de año es un espectáculo muy especial para la mayoría de los españoles. Todo se pone a cero, un calendario nuevo y en blanco espera a ser llenado. Cuántas preocupaciones y penurias podrían ahorrarse si hubiera una inyección de liquidez justo antes de Navidad.
Para la mayoría de los españoles, no tiene por qué ser «El Gordo», con sus cuatro millones de euros; incluso una pequeña ganancia en el casino es suficiente para empezar el nuevo año con menos preocupaciones.
El simbolismo del cambio de año caracteriza fuertemente la sociedad y la cultura en muchos aspectos. Cada año por estas fechas, la gente se propone dejar el alcohol y el tabaco, hace propósitos de Año Nuevo y está más motivada que de costumbre.
El Gordo caracteriza la cohesión: el milagro navideño español
En España, en particular, el sueño de ganar dinero se mantiene vivo gracias al espectáculo de El Gordo. Durante el mes de diciembre, desconocidos y amigos se reúnen en las calles para hacer cola juntos por el billete de lotería y esperar que les toque la suerte. Los españoles pasan varias horas en la cola, escuchando juntos música navideña, hablando de planes y soñando con el dinero.
Muchos pueblos, barrios y comunidades unen sus fuerzas y compran juntos los décimos de la rifa. En el pasado, siempre se han dado situaciones en las que pueblos enteros se regocijan al ganar el Gordo. El punto culminante llega el 22 de diciembre, cuando se sortean los números de El Gordo en una espectacular retransmisión televisiva.
A pesar del frío, hay zonas de visionado público e imágenes de españoles gritando y animando adornan los periódicos al día siguiente. Incluso los timadores de lotería, que nunca rellenarían un boleto durante el resto del año, compran su billete para El Gordo y quieren formar parte de la suerte. Como los españoles crecen con este «espectáculo navideño», la esperanza de ganar lotería aumenta automáticamente con la llegada del frío.
Presencia de tus propios objetivos: son especialmente dominantes en Navidad
«¿Qué quiero conseguir todavía?» Al final del año, la gente empieza a hacer resumen, a analizar sus progresos y a hacer nuevos planes. Con más dinero en su cuenta, puede ampliar considerablemente sus opciones. Por ejemplo, quien no esté contento en su trabajo asalariado y sueñe con convertirse en autónomo volverá a recordarlo con fuerza a finales de año.
Cuando muchas personas reflexionan sobre su año antes de estar listas para pasar al nuevo, la falta de fondos se hace notar especialmente. Una ganancia en el juego sería la solución perfecta para cambiar los planes para el próximo año y evitar tener que contar con el presupuesto.
La amabilidad y el deseo de dar placer
Un motivo especialmente honorable y amable de la fuerte esperanza justo antes de Navidad es la voluntad de ayudar. Sentado en un salón caldeado y decorado con colores vivos, uno no puede evitar pensar en las personas menos afortunadas. Mucha más gente se implica en comedores sociales en Navidad porque quiere devolver un poco de caridad y gratitud por su propia prosperidad.
En esta época del año, se hace evidente cuánta más ayuda se podría prestar con un regalo de dinero. Aunque la gente también se centra en sus propios deseos cuando sueña con dinero, hay muchos españoles que donan parte de sus ganancias para ayudar a los demás.
Conclusión: la época navideña inspira la reflexión
Apenas hay otra época del año en la que la gente piense tanto en sí misma y en sus posibilidades de desarrollo como en Navidad. La tristeza por una cuenta bancaria vacía es especialmente notable cuando más dinero daría más alegría bajo el árbol de Navidad.
Nuestra sociedad de consumo se caracteriza ahora por la idea de que sólo los regalos más caros, más modernos y mejores son lo bastante buenos para provocar gritos de alegría. Aunque esto no es cierto, la imagen se ha arraigado en el corazón de los españoles. Y así es como el sueño de un milagro financiero es muy fuerte durante las fiestas.
