Vinieron a nosotros para que les ayudáramos a aplacar la tormenta provocada por el despropósito de cambiar el nombre del parque Simón Bolívar de Duitama, por el de la hija del alcalde David Ortega. Se comprometieron a desagraviar al Libertador y a la comunidad, prometieron retira la placa, motivo del alzamiento de los duitamenses y se comprometieron a levantar un pedestal con la efigie de Bolívar. hicieron la mitad de la tarea, y hoy, a menos de dos semanas, no se vislumbra que se logre concretar el compromiso de desagravio, ya que no se ha puesto el primer ladrillo y parece ser que la cabeza de Bolívar entregada y presentada en ceremonia pública, se quedará arrumada, en algún rincón de Culturama, porque su gerente no tiene la potestad de ordenar a la sectorial de infraestructura, que cumpla el compromiso de levantar el pedestal correspondiente.
Tengo por cierto que el joven Germán, hizo lo posible por cumplir, sacó hasta de su propio bolsillo, para colaborar en los costos de la ejecución de la cabeza de Bolívar. eso me consta en mi condición de autor y donante de la pieza en cuestión. Podría asegurar que juntos hemos cumplido lo que prometimos. Allá, el también joven Alcalde David, y su grupo de incumplidos.
Que no muestran voluntad real, que no se conmueven a los llamados de atención a tema tan sensible, en las postrimerías de su periodo de gobierno, de la Capital Bolivariana de América.
En mi condición de presidente fundador de la Confraternidad Bolivariana de América y mayor autoridad bolivariana del continente, generador de la Resolución que otorgó a la Ciudad de Duitama el honroso título de Capital Bolivariana de América en el año 2018, debo expresar mi preocupación por esta situación que nos involucra, en el cumplimiento de las instituciones municipales comprometidas.
En un marco de gran respeto, consideración y gallardía de las partes, podríamos ratificar al Libertador Simón Bolívar, como el personaje emblemático de la ciudad, además de asegurar que la Semana Internacional de la Cultura Bolivariana, sea finalmente declarada como bien de interés cultural de Boyacá, proceso generado desde el grupo de patrimonio de la secretaría de cultura y patrimonio de la gobernación de Boyacá, y seguramente ratificado por el consejo departamental de patrimonio. Ojalá este inconveniente no produzca efectos contrarios al propósito del Plan de Salvaguardia.
Tengo por cierto que la cultura boyacense se encumbra en el escenario nacional e internacional, ya que posee jerarquía propia en la historia, fundamentada en una tradición centenaria de episodios preponderantes que hacen brillar con luz propia a Bolívar, tan universal como el propio pensamiento, así mismo expresar que nuestro Libertador y Padre de la Patria, nació para la vida en Caracas, y para la gloria, en Boyacá y Duitama.
Amanecerá y veremos… ¡Dijo mi abuelita!