Siempre será un desafío llevar un libro a formato cinematográfico, ambos como medios de expresión convergen en el valor de la narrativa, lo que ha pasado con la obra ‘Siervo sin tierra’ pone en evidencia la función que cumplen los dos códigos el escrito y el audiovisual: mantener viva una historia.
La premier de esta obra ha dejado grabada en la mente de los espectadores la realidad de una problemática latinoamericana que se ha prolongado por más de 90 años.
La historia del campesino que lucha por su tierra y que tiene que enfrentarse a la violencia partidista que sufrió Boyacá para 1930 le sacó lágrimas a más de 800 espectadores que asistieron a las dos funciones de la premier, que se proyectaron el viernes 1 de diciembre en el Auditorio Boyaquirá de la capital boyacense.
La cinta inspirada en el libro de Eduardo Caballero Calderón y que se desarrolla, en su mayoría, en el municipio de Tipacoque y otras localidades del norte del departamento dejó buenas sensaciones entre los boyacenses que de manera apoteósica se congregaron desde las 4:00 de la tarde en la entrada del auditorio con la esperanza de poder ser los primeros en ver y disfrutar de una película 100% boyacense que seguramente dará mucho de qué hablar entre los amantes del séptimo arte.
Además de la historia, que es impresionante por su contexto histórico y la ola de violencia que dejó marcada a Colombia, los asistentes quedaron asombrados por los lugares que se seleccionaron para la grabación como es el caso de Tipacoque, Soatá, Santa Rosa de Viterbo y Corrales, entre otros escenarios boyacenses.
De la misma manera, destacaron el trabajo que se hizo para la construcción de las locaciones, el vestuario y los utensilios en cada escenografía que trasladan al espectador a la época en que sucedieron los hechos (1930 – 1945).
«Con esta película se demuestra que Boyacá está hecha para grandes cosas y que aquí se puede hacer cine de gran impacto. Ojalá esta cinta pueda estar en otras plataformas y pueda ser vista en diferentes salas del país y del mundo, realmente vale la pena ver y disfrutar de esta historia», comentó Pilar Medina, asistente a la premier.
Así como ella, muchos salieron con lágrimas en los ojos y a la vez con una sonrisa, eso trasmite el cine, en este caso dolor por la realidad que han tenido que afrontar muchos colombianos y satisfacción de ver la calidad de esta producción hecha en Boyacá.
Finalmente, los productores y quiénes fueron la mente maestra detrás de esta obra, dicen sentirse satisfechos por la gran acogida que tuvo la película que se pudo realizar gracias al apoyo de la Gobernación de Boyacá, en cabeza del gobernador Ramiro Barragán, y esperan, que después del estreno en el FIC 50 años la cinta se pueda presentar en otros festivales de cine nacionales y fuera del país.
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Fuente: Prensa FIC.
