El circo es una forma de entretenimiento con siglos de historia, que ha sabido adaptarse a las diferentes épocas y culturas.
En esta oportunidad, la Plaza de Bolívar será protagonista de un espectáculo que dejará a quienes lo presencien al borde de la cuerda floja.
En su puesta en escena número 50, el Festival Internacional de la Cultura ha
propuesto un diálogo entre los paisajes culturales boyacenses y las disciplinas
artísticas que se llevan los aplausos del público.
Este es el caso del circo, más allá de su valor recreativo, lo circense tiene un potencial vibrante y transformador en el paisaje cultural estudiantil; de hecho, el show más esperado en esta línea es una sinergia entre algunos de los elementos clave en la vida de los estudiantes: la aventura, la disciplina y la conciencia para
expandir las posibilidades con una propuesta nunca antes vista en el
departamento.
Sin duda, hay furor por el show de highline o ‘cuerda floja’, la cual se atravesará desde el edificio de la Lotería de Boyacá hasta el edificio Camol.
En este contexto, los estudiantes, con su energía y vivacidad, son los más interesados en disfrutar de una propuesta general que ha estado cargada de adrenalina en cada uno de sus actos, pasando por movimientos al ritmo del
fuego y llevando el equilibro a decenas de metros del suelo.
Gabriela Tatiana Pirazán, estudiante de la UPTC, manifiesta: “estoy a la expectativa del show de cuerda floja que se hará en las alturas; emocionada por asistir muy puntual para ver el show que está en la programación del FIC. Voy a ver qué
tal sale todo y porque es algo muy interesante también. Me emociona mucho
estar allá y presenciar ese show tan increíble”.
Ahora bien, el circo no solo se trata de habilidades físicas, también del desarrollo de la conciencia corporal y emocional. Lo que se espera de los artistas circenses, es similar a lo que pasa en el proceso formativo de un estudiante: que aprendan a conocerse, a controlar sus emociones y a desarrollar una mayor sensibilidad hacia los demás.
Esta conciencia no solo se limita al ámbito físico, se expande hacia otros aspectos de la vida estudiantil, como las relaciones interpersonales, la empatía y el respeto por la diversidad; además, es posible rescatar un fuerte impulso por salir de la zona de confort para enfrentar nuevos desafíos, lo que fomenta la autodisciplina y la perseverancia.
“Pienso que es importante que se presenten espectáculos como este porque
es una muestra de cómo a través del circo podemos trascender la práctica
deportiva a una demostración artística. Adicionalmente, más allá de ser un show es una experiencia, no solo para el equipo tanto artístico como técnico, también para el público que lo puede apreciar. Con esto tratamos de contribuir al sector artístico, deportivo, cultural y turístico de Tunja y de Boyacá”, expresó Carolina Pinto, artista circense desde hace 10 años, quien forma parte del equipo de montaje de Wayak Circo, encargados del espectáculo que se realizará en la Plaza de Bolívar, a las 9:00 p.m., de este sábado 2 de diciembre.
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Fuente: Prensa FIC.
