Por | Patriota / Eduardo Malagón Bravo
BOYACENSIDAD es la impronta que llevamos en la mente y el corazón, todos ciudadanos que nacimos en esta noble tierra, dignos descendientes de caciques, zipas y zaques, desde el nacimiento de la humanidad, según la mitología muisca, cuando Bachué emergió de la laguna de Iguaque con un niño en sus brazos, y ambos poblaron el mundo.
BOYAVENSIDAD, es el valor, la osadía y generosidad de aquella sublime generación que ofrendó hasta sus propias vidas por darnos Patria y Libertad, cuando Bolívar ordenó colocar en los estandartes y pabellones la palabra BOYACÁ, como máxima presea de reconocimiento y exaltación, por haber lo vencido al imperio español en la Campaña Libertadora de 1819; el acontecimiento más importante de nuestra civilización, realizado en tierras de nuestro departamento.
BOYACENSIDAD, es lealtad y pulcritud, de la que son ejemplo los niños héroes libertadores Pedro Pascasio Martínez y el negrito José, cuando apresaron al comandante del ejército español, después del triunfo de la batalla de Puente de Boyacá, y este les ofreció una bolsa con monedas de oro, para que le permitieran escapar, pero estos dos niños, incorruptibles, de mirada sublime, como la luz de las estrellas, como el verde esmeralda, desecharon la oferta y prefirieron conducir al enemigo ante la presencia de El Libertador Simón Bolívar, y con esta acción, dar por terminada la más grande epopeya.
Por la libertad de nuestra nación.
BOYACENSIDAD, es la conciencia ciudadana que cada uno debemos adoptar para enaltecer cada día, la majestad y grandeza de nuestra historia. Desde nuestra condición de simples ciudadanos, o también desde cualquier jerarquía como servidores públicos.
Nuestro himno de Boyacá, entre líneas reza:
Somos primeros en el bien, en la guerra y la Paz…
A esculpir en el muro de tiempo la esperanza de un mundo mejor.
Estas líneas son una sentencia, un mandato, para honrar dignamente esa condición de hijos de la más grande y mejor región de Colombia y América, como descendientes de Antonio Ricaurte, José Joaquín Camacho, Juan Nepomuceno Niño, José Cayetano Vásquez, José Ignacio de Márquez, Policarpa Salavarrieta, Juana Velasco de Gallo, Simona Amaya, Matilde Anaray, Estefanía Parra, Pedro Pascasio Martínez. Sor Josefa del Castillo, Julio Flórez, Rómulo Rozo, Jairo Aníbal Niño, Fernando Soto Aparicio, Jorge Veloza, son también referentes de nuestra identidad.
Cabe exaltar a nuestros labradores, que con su esfuerzo, cosechan los mejores frutos de la tierra. Nuestros mineros que con sus excavaciones hacen brotar preciosas esmeraldas, o el hierro o el carbón que forja nuestro progreso. Nuestros artesanos que con sus diestras manos plasman las más bellas figuras que nos representan. Nuestras hilanderas que tejen las mantas, para abrigar los sueños. Nuestro militares y policías que sobresalen por su excelente servicio a la Patria.
Que, en este día de gloria para nuestro departamento de Boyacá, todos nos sentamos incluidos, sin diferencias de razas, credos, ideologías. La unión, en el respeto y consideración mutuos, son la base fundamental de una autentica convivencia.
Desde esta tribuna continúo proclamando la paz autentica, concertada y merecida; para en comunión de pensamientos y de propósitos, convertirnos en el foro que ilumine a Colombia, por senderos de Sinceridad, Tolerancia, Reconciliación y Reconstrucción; pilares fundamentales para llegar a la paz. Como lo he plasmado en el Escudo de la Paz de Colombia, proceso que vengo ajustando y perfeccionando, de manera persistente desde hace decenas de años.
Aquí nación Colombia en Libertad, aquí propiciamos la libertad de nuestros países hermanos, aquí nos consolidamos como pilar fundamental de integración. Nuestra trayectoria histórica nos coloca en sitial de honor en el escenario nacional e internacional.
Tengo por cierto que, al concluir un nuevo periodo de gobierno departamental, y recibamos a nuestro nuevo mandatario, continuaremos engrandeciendo nuestra BOYACENSIDAD, con hechos que son razones, con conciencia ciudadana, y lograr mayor seguridad social, mayor estabilidad política y mayor suma de felicidad Posible.
Me declaro factor de Identidad Boyacensista, comprometido a exaltar lo más hermoso de nuestra comunidad, en el momento histórico que me correspondió vivir, como testimonio para el el infinito.
Yo soy de Boyacá
Eduardo Malagón Bravo
Aquí toy patrón,
yo soy Anselmo,
Pe servir a sumercé
y a la patrona de Chiquinquirá.
Cuando iba pa la guerta,
se me arrimó Don Jacinto,
y me dio su recadito.
Yo no sé qué me pasó,
me agarró la tembladera,
A yo, ese jrio en el cuerpo,
no me dejó cavilar,
Y pasaron por mi mente;
cosas guenas, malas, guenas…en jín.
Solo que, en después, tranquilo,
Y sin ningún ajanamiento,
Y pidiéndole consejos
A Taita Lindo del cielo, me resolví,
Y …a qui toy…
Y no pa pedir disculpas,
Porque sin amor …
No si hace lo que pasó…
Con su hija la Carmenza.
Yo soy muy pobre y muy bestia.
Pero tendrá que escuchar,
Ansina no las entienda…
Por yo soy a aquí,
Yo soy del campo,
¡Yo soy de Boyacá!
Onde la ley …
Son el amor y la concencia,
Onde naitica…
Se arregla o se destruye,
Según la convenencia,
Como en tuiticas
Las ciudades de la tierra.
Al amor no le buscamos,
El es el que nos encuentra:
Pa querernos con orgullo
Y sin vergüenza,
Pa entregarnos, completicos
Al deber y a la querencia.
Ayer…el amor nos juntó,
Sin cura, sin iglesia y sin promesas,
Pero con el alma pura, eso sí,
Y sin necesidad de bendición ajena.
Y hoy patrón…
Cuando el temor en yo,
No ha hecho mella,
Toy dispuesto
A enjrentarme al destino,
Con valor y respeto,
Pa que los demás aprendan.
La vaca, las gallinitas, la guerta
Serán nuestra riqueza,
Pa que cuando nazca
El hermoso jruto de nuestra querencia,
Se crie sano y honrao,
Sea un hombre…
Apegao a la siembra…
Y al placer…
¡De la cosecha!…