El líder campesino, nacido en Pauna, Juan Antonio Urbano, desde el atril del Congreso, expresó que «el cambio de Colombia está en las zonas rurales, allá es donde vamos a construir la paz».
En el marco de las discusiones sobre la expedición del proyecto que modifica la Constitución Política de Colombia para reconocer a los campesinos como ‘sujetos de derechos’, llevada a cabo esta semana en el Cámara de Representantes, escucharon varias intervenciones de organizaciones campesinas de distintas regiones y de congresistas afines con estos postulados.
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Una de esas intervenciones fue del líder campesino, nacido en Pauna, Juan Antonio Urbano, quien habló desde su experiencia como emprendedor cacaotero del Occidente de Boyacá.
«Hace tan solo doce años éramos cultivadores de coca en una región de Boyacá, hoy la vida, después de un proceso de transformación, nos permite estar acá. Nos sentíamos inferiores […] porque nos dijeron que éramos menos, y, el problema fue que nos creíamos menos», dijo el líder.
«Hoy, gracias a esta Ley, tenemos derechos como campesinos y eso para nosotros es demasiado importante», agregó Urbano.
Por invitación de un grupo de congresistas del Pacto Histórico, este defensor de las bondades del campo, explicó su trayectoria a lo largo de los últimos 30 años, pasando por los terrenos de las actividades ilegales y, posteriormente, dando su paso hacia la legalidad, a través de una apuesta regional que puso como eje fundamental una nueva mirada hacia el campo y hacia la tierra en esta zona del Occidente de Boyacá.
Hizo un llamado para hacer de «esta Ley, ese punto de salida, de arranque para que Colombia cambie, el cambio de Colombia está en las zonas rurales, allá es donde vamos a construir la paz».
«Hace diez años luchábamos en un paro nacional agropecuario, esa meta que nos propusimos, hoy se hace una realidad».
Y, envió un mensaje a los congresistas: «Verlos unidos demuestra que Colombia sí puede cambiar».
Juan Antonio Urbano, quien mantiene aún los modismos propios del auténtico campesino boyacense, pero atravesado por una era de violencias y abandono, hizo una narración conmovedora que llamó la atención del parlamento sobre el verdadero significado que comienza a adquirir los hombres dedicados al cultivo de la tierra, sus entornos socio-culturales y especialmente, su compromiso incesante con la construcción de la paz en los territorios.
En esta sesión hizo presencia, también, el ministro del Interior, Luis Fernando Velazco y el presidente de la Cámara de Representantes David Racero, quienes escucharon los argumentos dados por las distintas organizaciones invitadas a este debate.
Al final del debate, cumplido el martes 13 de junio, el Congreso de la República, terminó aprobando ampliamente la modificación a la constitución y dando un paso histórico para comenzar a reconocer al campesino colombiano como “sujeto de derechos y de especial protección”, gracias a los 149 votos obtenidos en la plenaria de la cámara, luego de haber cumplido los ocho debates reglamentarios.
La iniciativa de acto legislativo había sido presentada semana antes por el propio Ministerio de Agricultura, acogiendo una de las directrices del actual gobierno nacional.