Hay 50 por ciento de posibilidad de que el exgobernador Carlos Amaya se lance a la Alcaldía de Bogotá y 50 por ciento de que vuelva a ser candidato a la Gobernación de Boyacá. Por su movimiento hay cinco precandidatos, pero todos tendrían que declinar sus aspiraciones si Amaya decide regresar a hacer política a su tierra.
En la Casona El Salitre, de Paipa, se realizó la reunión del exgobernador de Boyacá Carlos Amaya y sus principales aliados políticos, con el objetivo de definir estrategias para luchar por la próxima gobernación de Boyacá.
Ahí estuvieron, entre otros los precandidatos a la Gobernación de Boyacá Yamir López, Yamit Noé Hurtado, Wílmer Leal, Ángela Ávila y Jairo Mauricio Santoyo; la senadora Carolina Espitia, los representantes a la Cámara Wílmer Castellanos y Jaime Raúl Salamanca; el exsecretario de la s TIC Jhon Amaya, la excongresista Neyla Ruiz y la médica Daniela Assís, esposa de Carlos Andrés Amaya.
“Noche de domingo trabajando en equipo. Más unidos que nunca. Muy pronto tendremos noticias para Boyacá”, dijo el exgobernador Amaya sobre esa reunión y aseguró que ‘lo mejor está por venir’.
Aunque se le pidió a los asistentes guardar hermetismo sobre los pormenores de la estrategia verde para mantener la Gobernación de Boyacá, se conoció que Carlos Amaya aún no ha tomado una decisión de fondo sobre su objetivo para las elecciones de octubre.
Es decir que hoy existe el 50 por ciento de posibilidad de que sea candidato a la Alcaldía de Bogotá y el otro 50 por ciento de que regrese a disputar la Gobernación de Boyacá.
Mientras se toma esa decisión, lo que podría ocurrir en unas semanas, los cinco precandidatos de ese sector político tendrán que seguir avanzando, tanto en lograr que los conozcan como en dar a conocer sus propuestas para la Gobernación de Boyacá.
Está contemplado que si Carlos Amaya se queda en Bogotá, inicialmente se busque un consenso entre todos los que asistieron a la reunión del fin de semana en Paipa para definir un candidato a la Gobernación de ese sector político.
Si no hay consenso, se buscarán otros mecanismos, como una encuesta o una consulta calificada.
Sin embargo, para todos está claro que si, finalmente, Amaya se inclina por la Gobernación de Boyacá, los cinco precandidatos tendrán que declinar su aspiración y apoyarlo.
Esta foto la deberían enmarcar y repartir en todos los rincones de Boyacá: Instituciones, colegios, hospitales, centros deportivos, corporaciones, Universidades Públicas y Privadas, Iglesias, teatros, plazas de mercado, etc., etc. Pero cuál sería el propósito: Dejar una constancia viva y permanente, para miles de Boyacenses, de quienes son y/o fueron los protagonistas de un proceso de atraso, megalomanía, manipulación, nepotismo, como en los nefastos tiempos del feudalismo, en que por su negligencia Boyacá se sumergió. Funcionarios, que al parecer fungieron con aparente lealtad y respeto por lo público; profesionales que de la escasez pasaron fulgurantes a un espacio de riqueza y derroche con orígenes no muy claros; pero lo más doloroso para la sociedad, es que probablemente abusaron de la confianza del electorado utilizando los medios del estado en provecho propio. Basta recorrer los pueblos, desbordantes de pobreza, allí relucen las propiedades de quienes las obtuvieron no por obra del Espíritu Santo, valorizadas con recursos que supuestamente son para los que más necesitan. Más de siete años, en los que el Departamento sobrevive sin rumbo para ofrecer oportunidades a miles de profesionales, que por no acariciar sus débiles principios, no maduros, por no decir «Verdes» se les impide el acceso a cualesquier posibilidad laboral; sin creación de empresas que fortalezcan los sectores productivos, simplemente valiéndose de nuestros símbolos, en especial la ruana, promueven la pobreza, como si la juventud no entendiera que los tiempos de la guabina, el bambuco y las almojábanas, son nuestras y las queremos, pero de eso no se puede vivir ni crear un departamento serio, progresista y competitivo, donde por lo menos haya para las almojábanas. Que disfruten de sus posesiones, las que figuran a su nombre, el de sus honorables familias y de su círculo de confianza, deseamos que no llegue el día donde antes de que el gallo cante a la madrugada, la Fiscalía, la Contraloría y la Procuraduría, los pueda sorprender. Milagros hay. Eso espera Boyacá. Y para terminar, el Gobernador Barragán se jacta, en cualesquier inauguración de un andén, hablar de educación. Dice que los Niños deben soñar, que no pierdan sus ilusiones y seguramente eso va a suceder si Ustedes continúan: Soñar e ilusionarse, eso les espera a la juventud, soñar de que les apoyarán, esa si es una inmensa ilusión, jamás lo harán porque por décadas este cártel ya tiene quienes ocupen los cargos relevantes, quienes ejecuten las obras y sobre todo, quienes sean sus cómplices.