La Secretaría de Turismo de Boyacá y la Casa de la Mujer–UPTC, otorgaron un reconocimiento a Astrid Castellanos Correcha, reconocida por su labor y gran vocación como médica, maestra, formadora, madre y directora de la Casa de la Mujer durante 15 años.
Por | Laura P. Zabala Ramírez / Dirección Casa de la Mujer
El gran legado que hoy deja Astrid Castellanos en cada uno de los escenarios se refleja como boyacense; una mujer convencida que nació para servir a la humanidad e inspirada en la medicina le han permitido lograrlo. Impulsada por su gran deseo de compartir sus sueños como formadora, tiene el privilegio de ingresar a la UPTC y desde 1996 decide emprender el camino hacia la docencia universitaria en la Escuela de Medicina, siendo participe de la formación y consolidación de este programa curricular de la mano de grandes académicos y amigos como el reconocido Abel Martínez.
Su pasión e interés la llevan a perfilarse hacia la medicina social, donde ve la oportunidad de enseñar a sus estudiantes “La medicina va más allá de un consultorio y unas paredes blancas, el médico debe trascender y llegar a cada rincón de la región”, como lo ha venido haciendo durante estos 26 años de trabajo en esta universidad.
En el año 2008 siendo parte del grupo de investigación GERCUS asume la Dirección de la Casa de la Mujer UPTC, así durante su paso por la Universidad y con la coherencia y la calidez humana que la caracteriza fue haciendo aportes importantes no solo para el estudiantado si no también desde el CIES Centro de Investigación y Extensión de la Facultad de Ciencias de la Salud, donde conoció a Marleny Suárez Rodríguez, su coequipera.
Su aguerrido liderazgo la impulsó a crear la Asociación Académico Sindical de profesores/ras de la UPTC (ASOPROFE) de la mano de su gran amigo Luis Bernardo Díaz, entre otras representatividades. Convencida que los derechos humanos son su bandera diaria, decide consolidar en el Departamento la Mesa de Salud por Boyacá.
Cuando asume la dirección de la Casa de la Mujer abre las puertas no solo a la comunidad estudiantil sino también a la comunidad en general, y la región, llegando a más de 50 municipios del Departamento, con su medicina socia, los servicios de la Casa de la Mujer y visibilizando las necesidades de la comunidad como una responsabilidad también de la academia.
Desde el amor inmenso que la caracteriza, hace 15 años abrió el primer espacio en la Casa de la Mujer para que la comunidad LGBTIQ tuviera un lugar para ser y existir, un espacio que sintieran propio, lleno de afectos, y fue tan positivo el resultado que llego a ser ¡la mamá de los mil hijos!…
Con la Casa de la Mujer UPTC, no solo consolidó un escenario para la defensa permanente de los derechos humanos con perspectiva de género, sino que además posicionó a la academia en los escenarios de participación política y ciudadana de discusión y toma de decisiones en torno a las violencias de género en Tunja y el Boyacá. Su gran conocimiento y pedagogía dio el espacio para que la Casa hoy en día sea escenario de prácticas y pasantías no solo de estudiantes de la UPTC, sino incluso de estudiantes de postgrado de universidades internacionales.
Hoy tengo el privilegio de exaltar su vida, pues afortunadamente hace 14 años cuando ella asume la Dirección de la Casa de la Mujer , tuve el impulso de ocupar un voluntariado y caminar a su lado durante todo este tiempo, y agradezco su confianza y credibilidad en mí, para lograr todo lo que hemos alcanzado hasta el día de hoy, haciendo lo que más me gusta, como ella bien lo dice: “Acompañándola a ser feliz”.
Fuente | UPTC
Me parece muy triste que no se reconozca la autoría de quién redacta este homenaje…pero además que se cambian algunas frases… atrevidamente
Atentamente Laura Zabala autora del escrito