Desde hace mucho tiempo el reconocido sacerdote, que lleva 35 años como pastor de la Iglesia Católica, ha sido asediado por diferentes sectores y líderes políticos de Tunja quienes lo han llamado a sus toldas. Y con frecuencia mucha gente en los barrios le pide que se meta a la política, pero hasta hoy nadie lo había convencido.
A mediados del 2021 el sacerdote Víctor Manuel Leguízamo Díaz fue nombrado como rector del Colegio Boyacá de Tunja, la institución educativa oficial de educación básica media más importante del departamento.
Para cualquier educador (y el sacerdote lo es), esa designación, hecha por el Consejo Directivo del Plantel, que es presidido por el Alcalde de la ciudad, es el mayor logro de una carrera docente.
El sacerdote asumió la tarea y lo hizo con toda la responsabilidad, pero después de tantos trajinar en temas religiosos, en causas de servicio a la comunidad y en labores educativas, llegó a la conclusión de que es hora de hacer una pausa en esas actividades y ponerse el overol de la política para aspirar a un cargo de elección popular. Y la meta es la Alcaldía de Tunja.
Leguízamo es amigo de la mayor parte de dirigentes políticos de Tunja y Boyacá; todos lo reconocen y lo saludan con respeto e incluso muchos de ellos lo han asediado y durante años lo han invitado a sus toldas, sin que él diera muestras de que esa actividad le llamara la atención.
En su trayectoria profesional, que comenzó cuando se ordenó como sacerdote en el Seminario Mayor de Tunja, también se incluyen haber sido profesor de varios colegios, como el Carlos Arturo Torres, de Aquitania; el Inem y Antonio José Sandoval, de Tunja; director de Salud Publica de Boyacá y secretario de Gobierno encargado de Tunja, en el gobierno de Pablo Cepeda.
El padre Víctor ha liderado durante años diferentes causas sociales, especialmente para ayudar a personas y familias necesitadas, como niños de la calle, trabajadoras sexuales y huérfanos.
El padre Víctor fue secretario de Educación durante la Alcaldía de Pablo Emilio Cepeda, muchos lo consideran cercano y amigo del exgobernador Jorge Eduardo Londoño y tiene cercanía con el actual alcalde de la ciudad, Alejandro Fúneme; es conocido con el representante a la Cámara Pedro José Suárez, amigo del exalcalde de Tunja Fernando Flórez Espinosa, pero también tiene cercanía con liberales, con Cambio Radical, con un sector del Partido Verde y con amplios sectores del Partido Conservador.
Algunos de ellos o todos pudieron ayudar a convencer de que diera semejante salto, uno que lo puede terminar alejando de su labor pastoral en el catolicismo. No hay que olvidar que el fallecido monseñor Augusto Castro Quiroga, cuando era arzobispo de Tunja, se opuso tajantemente a la participación de los sacerdotes en política y esa es una posición con la que también se identifica el actual arzobispo, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos.
Como sea, desde hoy, cuando a primera hora el Alcalde de Tunja le acepte la renuncia al cargo de rector del Colegio Boyacá, Leguízamo pone ‘patas arriba’ la política de Tunja y si, eventualmente, no es elegido alcalde, hay la seguridad de que por lo menos será protagonista y de primera línea de la disputa por el primer cargo de la capital boyacense.