Durante un control de rutina para monitorear un proceso de gestación, un ginecólogo y obstetra de una reconocida clínica de la ciudad de Tunja, según denuncia quien fuese la paciente, habría abusado sexualmente de ella. Este posible caso, ya habría sido denunciado ante la Fiscalía, además la Clínica ya habría suspendido al agresor.
El pasado 8 de julio, en horas de la noche, Lina Perdomo Rincón de 24 años, en estado de gestación y quien es la denunciante del caso, se dirigió a la Clínica Medilaser en Tunja para un chequeo rutinario para su bebé.
«…asisto a esta clínica todos los viernes en la noche, semanalmente, debido a que mi bebé tiene una restricción de crecimiento intrauterina y debe ser monitoreada de forma continua», dice Perdomo en su perfil de Facebook.
El médico Wilson Alberto Torres Calle sería quien lleva los monitoreos de la bebé desde el mes de mayo en dicha clínica.
«Con este médico hubo una relación muy cordial y amable», escribe Perdomo mientras relata en su denuncia pública cómo era el proceso cada viernes «…revisión de signos vitales con la médico de turno», luego sería llamado el Dr. Torres para realizar la ecografía.
Según narra la paciente, la ecografía la realizaba Torres solo con la paciente. «…y por medio de una llamada se comunica externamente con su asistente, quien desde un computador desde afuera va depositando la información para el informe».
«Desde semanas anteriores noté un tipo de ‘amabilidad’ especial de este sujeto conmigo», describe Perdomo, cómo el Dr. se acerca a ella y «me da un abrazo muy apretado». Acto que se repetiría en una próxima ocasión, agregando un beso en la mejilla y luego le tocaría la pierna, hechos sucedidos el pasado 1 de julio.
El caso
Pero el viernes 8 de julio, los hechos irían más allá de un beso en la mejilla.
Según narra en su denuncia Lina Perdomo, volvería a su proceso de revisión semanal: monitoreo de signos vitales, latidos y movimiento, luego la ecografía con Wilson Torres.
«Terminada la ecografía el médico cuelga [llamada con la asistente], toma el papel para limpiarme el gel ultrasonido usado sobre la barriga, mientras limpia el gel, apoya su mano sobre mi seno derecho, lo que creí en un inicio era involuntario […] Posteriormente, este me mira a la cara y empieza a apretar su mano en repetidas ocasiones sobre mi seno. Ante esto, yo me levanto de la camilla para subirme rápidamente el pantalón (pues estaba a la mitad de la pelvis por el procedimiento), y a bajarme la blusa, y colocarme mis botines. Mientras hago esto nerviosa, el Dr. vuelve a hacer lo mismo que los otros viernes, me aborda en las escaleras de la camilla, me baja el tapabocas abruptamente y me besa. Yo paso a apartarle la cara, subirme el tapabocas y a terminar de subirme la cremallera de mis botines, casi cayéndome y caminando a la vez hacia la camilla del fondo, donde se encontraba mi chaqueta (lo último necesario para poder salir de allí), agarré mi chaqueta y este dice ‘¿me pasé cierto?’ y una vez más me intercepta parándose en frente mío, me rodea con un brazo y me vuelve a bajar el tapabocas, besándome nuevamente».
Lina se aparta y logra salir del consultorio. Pero Torres saldría tras ella, según denuncia Perdomo «para disimular este empieza a halar del estado de mi bebé».
Perdomo dice que la Clínica no permitía el ingreso de su esposo a estos procedimientos, y debía quedarse a esperarla en la portería. «Apenas escuché que me iban a dar salida […] le escribí a mi esposo contándole lo sucedido […] me escribió que me bajara inmediatamente así fuera sin firmar salida y sin el informe de resultados […] llamé al ascensor y me dispuse a enfrentar la situación».
«Revictimización y mal procedimiento por parte de la Clínica»
Acá sigue una parte que Lina Perdomo en su denuncia, llamó ‘revictimización y mal procedimiento por parte de la Clínica’.
Luego de que el esposo informara de lo sucedido a los funcionarios de ingreso y salida «que he sido agredida sexualmente por el ginecólogo […] una funcionaria de ingreso le responde ‘pues llame a la Policía’ y me voltea a mirar y me dice ‘¿va a firmar la salida voluntaria, cierto?’.
Según Perdomo, el proceso a seguir no es ese pues «el centro de salud debe activar la ruta de atención a víctimas de violencia sexual o de género».
La Policía habría llegado luego de 30 minutos después de que el esposo los llamara, según lo narrado por Perdomo. Los agentes habrían preguntado a la misma funcionaria del por qué no activaron dicha ruta de atención, a lo que les respondería «ella non dijo nada […] ella debió avisar en el cuarto piso apenas sucedió. Entonces le preguntan si debo ingresar nuevamente al 4to piso, esta asiente y adiciona que debo subir sola».
Pasaría más tiempo para que activaran la ruta de atención. «…el médico sale por la puerta de urgencias caminando rápido con su asistente, se da aviso a los agentes de policía y Sijín», quienes habrían alcanzado al médico; sin embargo, «luego de una hora […] nos informan que solo le tomaron los datos».
«Pasamos la noche en la clínica porque los viernes en la noche ni los fines de semana tienen psicólogo ni psiquiatra que son quienes forman parte de la ruta de atención, así que hasta la mañana del otro día llegaron únicamente a atender mi caso».
«La denuncia ya está instaurada ante la Fiscalía y fui entrevistada como debe hacerse por medicina legal».
Luego de realizar esta denuncia, Lina Perdomo Rincón anunció también a través de su perfil de Facebook que:
«Me han informado que desde la directiva de la clínica y evaluar el caso, han decidido suspender a mi agresor. Además me dicen que: las gestantes pueden seguir entrando con los padres de los bebés o acompañantes. Incluso que en caso que no tengan, deberán ser acompañadas por otra profesional de la salud en los procedimientos. Se vela porque no volvamos a estar en escenarios de vulnerabilidad esto es ganancia para todas aquí en Tunja, y probablemente para otras usuarias de la Clínica Medilaser en demás sedes».
Lina Perdomo pide que sean tomadas la medidas disciplinarias necesarias y prontas por los actos que habrían sido cometidos por el Dr. Wilson Torres; así mismo, agradece el proceder de los agentes de policías.
Pareciera que las funcionarias de la clinica se convirtieran en cómplices del agresor. La Fiscalía deberá investigar; es que hay rumores de casos desde la dirección del San Rafael por abusos que su Director deja en silencio. Y saber que son los delegados del Sr Amaya. Qué verguenza.
Deben informarse bien antes de publicar esto. Están revictimizando a la usuaria y al médico. Además estos procesos son judiciales y no deberían estar violando el curso de las investigaciones. Parranda de sinvergüenzas mentirosos.