Por | Manuel Humberto Restrepo Domínguez
- La trama de negarse a debatir la política es irrespeto constitucional e incapacidad
Intelectuales, trabajadores, campesinos, en ejercicio de la libertad de expresión, tienen la obligación de hacer análisis de hechos y experiencias y a la luz de teorías, conceptos y enfoques, contribuir a señalar rutas adecuadas para informar y promover decisiones, basadas en la verdad y en espera de prevenir daños y afectaciones. Respecto al momento actual que vive Colombia con la cercanía de la elección presidencial la primera consideración relevante, es que no hay experiencias exitosas de empresarios gobernantes, todos han quebrado la democracia. Empresarios como Berlusconi, Fujimori, Piñeira, Trump, llevaron al desastre a sus países. Convirtieron al estado en su fuente de negocios, en corporaciones cerradas de negocios y fraudes de todo orden. En cambio, un sector empresarial y de negocios, solido, organizado, con proyecciones siempre será el mejor aliado para un buen gobierno democrático con estabilidad y relaciones de respeto a garantías laborales y sindicales, que aporten asimismo a mantener unas fuerzas armadas responsables con la nación que den tranquilidad, seguridad y paz, con respaldo para que mantengan el monopolio legítimo de las armas. Gobernar una nación exige preparación en asuntos de estado, principios éticos, solvencia moral y eso no se aprende haciendo negocios ni con estrategias de marketing político, likes, memes o afiches.
Negarse a hablar con el país, a debatir ideas y salir del mundo propio de los negocios para tratar de la nación, indica incapacidad y falta de respeto por la constitución y la soberanía del pueblo. Ofende a la inteligencia y asegura el regreso al mundo de la caverna, del atraso, del interés por el poder como privilegio, a la manera feudal, aristócrata, cruel, del que toma el control y hace lo que sea para mantenerse en él. Esa es la sensación de peligro, de caída al vació, de pérdida, de inestabilidad y violencia, que deja el aspirante a presidente, quien con su conducta reduce la política a trozos de palabras, sin debate y que con selfis y tuits carentes de contenido, engaña a la verdad misma, pierde legitimidad, aunque aumente su ego y popularidad de cómico o marioneta, carente de mímica como si no tuviera alma, guiado por un “experto argentino”, quien ya antes para “comprobar la idiotez colombiana” inventó la historia de que la virgen se “había aparecido” en las patas de un pollo asado, y pagó un periódico para titular la falsedad, con graves consecuencias de degradación moral.
Las respuestas cortas del ausente de la política no son espontaneas, ni casuales, ni la ofensa repetida se cura clamando perdón, su actuar constituye un delito y define un patrón de desprecio, crueldad, grosería, obscenidad y violencia. Las preguntas de la “prensa” resultan infantiles, para quien pretende ser un estadista y sus comentaristas en cambio de reclamarle o replicar sus agresiones ríen de su machismo, del “echar bala” de su mamá o del éxito de quien hace plata con “hombrecitos” que pagan intereses. Lo similar a su método de ganancia es el “gota a gota” de las mafias, a lo cual agrega sus semejanzas del tipo Berlusconi, Trump, Bolsonaro, con imágenes y gestos del “hombre” en pantaloneta, gafas oscuras, gruesas cadenas en su pecho, en la piscina copa en mano, rodeado de mujeres y en su “despacho” con apuntes cómicos delante de un afiche labial de “mujer objeto” de “publicidad sexista”, de “seducción al máximo”, para atraer a los hombres. Así es su delirio de poder.
¿Y si fuera gobernante ese personaje ausente, acaso vendría un gobierno de “inteligencias artificiales” que solo pueden escoger entre opciones dadas de antemano sin política, ni contexto social?, ¿subcontrataría el gobierno con asesores externos? ¿sería la instalación definitiva de la deshumanización y ausencia de la política? o ¿por incapacidad entregaría el gobierno a la clase política más corrompida, que hace memes, fake news y videos de odio que en silencio espera la oportunidad para dar el zarpazo, hacer reingeniería del poder y reinstalarse? En síntesis, el personaje que hace trizas la política, unido con los que hacen trizas la paz, representa el peor error.
2. El desenlace está en el riesgo de que acabe con todo y salga directo hacia la cárcel
Existe el riesgo real de que en su delirio de poder e incapacidad lleve al país al gran desastre, a la “hecatombe” y marque su ruta hacia la cárcel, en el contexto de una sociedad con múltiples crisis humanitarias, de hambre, desplazamiento, asesinato de lideres, miseria, desempleo y saqueo de las riquezas colectivas, que deja el partido en el poder, que esperará agazapo su pronto retorno. No queda duda que profundizaría el retroceso en derechos, seguridades y conquistas humanas. La mujer para él es un apéndice, una hembra, los pobres le huelen mal, los funcionarios le resultan perezosos, de independencia de poderes dice no entender y los corruptos no son su problema si no su oportunidad.
Todo indica su misoginia que Cristine de Pizan (S. XIV) identificó como una conducta sostenida de difamación y reproche total al sexo femenino y que en el S.XX, Hitler, a quien dice admirar, mezcló a la perfección con racismo y xenofobia. Calificó como cerdos a sus víctimas y así los nazis se sentían libres de culpa, porque “mataban merecidamente”, por higiene y limpieza a gente sucia, hambrienta, “hombrecitos”, que junto a la mujer le resultan inferiores. La gente para él cuenta si vota a su favor, los demás son “porquería” (dice la canción) y lo enfatiza con su “aquí todos son votos y es lo único que importa” e invoca (blasfema) es “que venga la virgen maría con todas las prostitutas de su barrio, que aquí se le recibe” y vuelve a repetir entre risas que “yo les dije que venga si quiere la virgen maría con todas las putas del barrio” y ratifica el desprecio con un “más manoseados que las prostitutas de Puerto Wilches, a las que solo les faltó que les pasara por encima el ferrocarril” y completa con que “las inmigrantes de Venezuela son fabricas para hacer niños pobres”. Es evidente su patrón nazi de misoginia, homofobia, discriminación y otras “agresiones machistas”, tipificadas penalmente como delitos, que no son para risas del machismo y que siguen la lógica de Hitler.
Decir que el estado de derecho está en riesgo, no es una hipótesis si no una conclusión salida de sus expresiones como que del estado “no conoce, no sabe”, generando intranquilidad, inseguridad jurídica, política y social y creando un escenario de caos que le produciría su rápida sacada del poder, y hacia la cárcel a manos del actual partido en el poder. Así ocurrió con el presidente Abdala Bucaram, de Ecuador, autoproclamado como “el loco que ama”, quien en menos de un año fue destituido por “Incapacidad mental”, y sometido a juicio por delincuencia organizada, corrupción, malversación de fondos, su hijo preso como aliado suyo en corrupción (similar a la imputación que pesa sobre el candidato), visas canceladas y las fuerzas que creía haber derrotado el cómico, de regreso al poder.
A banqueros, empresarios y países de la OCDE, les “aterra” el “me limpio el culo con la ley” y el desprestigio a los jueces, tan respetados en Europa y Estados Unidos, de quienes dice que “los jueces no trabajan, llegan a las 9 a las oficinas, a las 10 se van a comer “morcillas y empanadas” y regresan a medio día, miran dos cosas y se van”, y más contundente su don de “dictador” cuando anuncia que su quinto decreto será “declarar el estado de conmoción”. Esa “fraseria” hace previsible el escenario, de fracaso y cárcel a semejanza del también “Ingeniero” creador del Roldosismo, Alberto Fujimori de Perú, que una vez llegó al poder, con similar campaña, instaló micrófonos en todas partes, sobornó, robó y ordenó asesinatos y hoy permanece en prisión por graves delitos de lesa humanidad y corrupción, a la que había jurado derrotar. Y otra afrenta al estado de derecho, es su anuncio cruel de crear “colonias para presos”, que en el S.XIX y parte del S.XX hicieron parte de la política criminal impulsada con la premisa de la “inferioridad biológica de los delincuentes”, retomada por Hitler para materializar el genocidio, con campos de concentración, manicomios y centros de experimentación.
A la gente común, las mayorías empobrecidas, con soberbia las ridiculiza, humilla, abofetea, grita, dice que los taxistas no se bañan, asegura su “superioridad” con un “le meto su tiro malparido” un “si no lo hace como le digo la echo del puesto” o un “olvídese de esa hijueputa póliza y fírmeme eso” y hasta comete lapsus con sus patrocinadores agazapados cuando dice que “el presidente Duque no ha hecho nada, es un hijueputa” o que los jóvenes Galán son unos hijueputas bien manoseados.
- En conclusión, todo contra el riesgo del abismo y miles de voces listas por la dignidad
Ante el presagio del vació y desastre en que caería la nación, por incapacidad de quien dice no saber del estado, ni da muestras de respeto por nadie, y cuya carta de presentación es el meme, la frase de cajón, la violencia, la grosería y el espíritu de implacable macho de raza, miles de organizaciones, movimientos, personalidades, intelectuales y voces diversas de la más alta estatura ética, moral y de responsabilidad social, llaman a la población colombiana a no equivocarse en el camino de la dignidad y a no correr el riesgo de llevar el país al abismo sin retorno. Noam Chomsky el intelectual de más alta distinción del momento, Thomas Piketty el economista creador de la obra que va al fondo de la desigualdad, Noami Klein activista critica del capitalismo y la globalización, Tasnen Essop, climatóloga hindú, Omar Masera, premio Nobel de paz, Boaventura de Sousa Santos, el más relevante pensador latinoamericano, Peter Singer, animalista australiano, John Coetzee, premio Nobel de literatura, José Mujica, el mejor presidente de América latina y cientos de destacados intelectuales y demócratas del país como Antanas Mockus, forjador de una pedagogía por la vida sagrada, Doris Salcedo la artista de la inmediata actualidad, Laura Restrepo, escritora, Santiago Gamboa, escritor, Rodrigo Uprimy, jurista, Julián de Zubiria, pedagogo, Arturo Escobar, Kalmanovitz y reconocidas personalidades que jamás se unirían para cosa distinta que no fuera defender la vida con dignidad, el bienestar y el estado de derecho. En común tienen amplia solvencia ética y moral, son demócratas, científicos, artistas, trabajadores, indígenas, mestizos, afro, humanos todos con sentido de humanidad, que permiten concluir que “la inteligencia en Colombia si existe”, lee la realidad, le interesa la vida y la economía y promueve una causa de futuro con bienestar, que no sucumbe ante los Fake News.
La inteligencia no es solo una metáfora, está en cada ser humano que dice la verdad, sin cálculos políticos, oportunismos, ni engaños para justificar traiciones y debilidades de poder. La inteligencia junta confía en que su potencia haga que el mundo cambie en favor de la vida, como lo enseñan a diario cientos de miles de maestros y maestras ante 8 millones de niños y jóvenes y ante dos millones de universitarios, todos hijos de familias trabajadoras, que producen la riqueza material del país, con respeto por la tierra, por los derechos, por los otros, guiados por mamos, sabios, sabedoras, campesinos, afros, sembradoras y cuidadoras de semillas y de vida que indican el camino correcto.
P.D “Mi mamá a sus 86 años el domingo de elecciones irá a misa a orar por su hijo-profesor, muerto de covid-19 hace un año y ya tiene el compromiso sagrado de toda su familia, hijos, hijas, nietos, para luego en honor del hijo perdido, ir a votar juntos, unidos a las voces de profesores, trabajadores y jóvenes, por vida digna, por paz y oportunidades y por un país libre guerra, corruptos y miseria”.
Que no se repita. Elegir al «ingeniero» en la UPTC y su secuaces verdes no ha sido la mejor opción, lograron politizar la educación pública y apoderarse del presupuesto de la educación y la investigación en beneficio de corruptos.