Le fue bien ayer a la Registraduría del Estado Civil, no tanto por la rapidez de los resultados, que se conocieron a las diez de la noche en casi el 100 por ciento, sino porque lo hizo de una manera que dio confianza.
En primer lugar, como lo había anunciado con anterioridad, dio los resultados de las consultas de las tres coaliciones, y después fue emitiendo boletines con los que se estableció la conformación de Senado y Cámara de Representantes.
Ahora, sin embargo, viene lo más difícil porque el ambiente se irá caldeando para las dos vueltas presidencial y ya ha habido señalamiento por parte de la izquierda y por parte de la derecha de que supuestamente habrá fraude. Su objetivo debe ser demostrar que actúa con total transparencia y que en los resultados se refleja realmente la voluntad popular.