El pronunciamiento se produce luego de conocerse audios de un contratista de la Gobernación que asegura que lo han hecho asistir a reuniones de candidatos al Congreso y que a un hermano suyo, funcionario de Corpoboyacá, le ha tocado aportar dinero para esas mismas campañas políticas.
El gobernador de Boyacá, Ramiro Barragán, enfatizó que no existen presiones para que contratistas o funcionarios públicos voten por determinados candidatos al Congreso ni a la Presidencia.
El pronunciamiento fue hecho luego de denuncias hechas por Caracol Radio sobre el supuesto constreñimiento a funcionarios para que votaran por candidatos del Partido Verde.
Frente a los recientes señalamientos y denuncias no formales realizadas a través de un medio de comunicación nacional sobre el supuesto constreñimiento a funcionarios de la Gobernación de Boyacá para participar o apoyar procesos políticos, el gobernador Ramiro Barragán se permite informar:
- “Que bajo ninguna circunstancia se ha ejercido presión para que los trabajadores de la Gobernación de Boyacá asistan a reuniones políticas o apoyen procesos de dicha índole”.
- “Que en ningún caso se ha coaccionado a funcionarios o contratistas de la Gobernación de Boyacá, o de las entidades descentralizadas para favorecer a candidatos; jamás se ha exigido suma de dinero alguna con ese propósito”.
- “Desde este Gobierno hemos sido respetuosos de la ley y es nuestra consigna que nadie esté obligado a apoyar a candidato o partido político alguno”.
- “Hemos hecho un llamado vehemente a denunciar; si alguien pretende presionarlos, es un deber ético y moral dejar en evidencia ante las autoridades competentes cualquier acto que atente contra el derecho a elegir libremente”.
- “A mi equipo de gobierno, funcionarios y contratistas de la Gobernación, la instrucción siempre ha sido clara, trabajar con el compromiso que nos caracteriza, enfocarnos en nuestra responsabilidad, que es permitir que Boyacá siga avanzando”.
- “A los boyacenses les recuerdo, la democracia es la soberanía del pueblo, el derecho que tenemos a elegir libremente y nadie puede atentar contra esa máxima”.
El gobierno de Boyacá enmarcado en la décadente presencia de un narcogobierno autoritario y corrupto, muestra síntomas del mismo cáncer de desgreño y abuso del erario en favor de su permanencia en el poder regional, enquistado por décadas en un tumor de impunidad, de donde el constreñimiento electoral a sus contratista resulta ser el menor de los males, irradiados desde las uestes del uberrimo en una espiral de caída libre del desarrollo de los principales renglones jalonadores del progreso.
Cooptada la administración, la justicia, los entes de control y el ministerio público, lo que se puede ver es un remedo de encubrimiento en menor escala del descalabro nacional, privatización de los activos públicos, liquidación de las EPS, régimen de lisencias exprés para el Zaqueo de los recursos naturales, claro , bajo la apariencia de legalidad pactada en coalición legislativa, intimidación y silencio cómplice de la ausencia de oportunidades de la población precarizados y bajo la presión de la limosna subsidiada.