Este domingo 6 de febrero de conmemoran los 150 años de la muerte del ilustre ciudadano boyacense José de los Santos Gutiérrez Prieto, presidente de Colombia durante el período 1868-1870.
De honorable y humilde cepa Santos Gutiérrez nació en la población de El Cocuy (Boyacá) el 24 de octubre de 1820. Hacía apenas un año antes se había librado la Batalla de Boyacá, que nos diera la independencia de España y se comenzara a forjar la vida republicana de nuestro país.
Puede decirse que él viene al mundo como un hijo de la libertad y para la libertad y con un destino comprometido con la democracia, la república y con el respeto de los derechos humanos, que siempre fueron el norte de su actuar como persona, como guerrero y como gobernante.
Criado en su infancia en un entorno rural, aprendió sus primeras letras en la escuela del Distrito de El Cocuy, alternando sus estudios con las labores del campo en compañía de su padre, Juan Ignacio Gutiérrez, miembro de una familia con espíritu independentista y clara formación jurídica.
Realizó sus estudios de secundaria en el Colegio Boyacá en la ciudad de Tunja y posteriormente obtuvo el título de doctor en Jurisprudencia en el año de 1845 en la Universidad Central de Bogotá, bajo los principios humanistas de libertad, igualdad y fraternidad, inspirados en la Revolución Francesa de 1789.
Regresa a su población natal donde ejerce la profesión de abogado y comienza a vincularse a la actividad pública como alcalde de El Cocuy en el año de 1848 y posteriormente elegido diputado en las asambleas de Boyacá, Santander, Cundinamarca, Senador y Presidente de la República en los años 1868-1870. En el servicio diplomático fue embajador de Colombia ante el estado francés.
Sin embargo, su actividad política estuvo ligada a las contiendas militares originadas en el ejercicio del poder, como resultado de la creación de los partidos Liberal y Conservador, siendo su ideario político el constituido por lo que se llamó el Liberalismo Radical, en un período que se caracterizó por la polarización generada en temas como la divergencia entre un sistema político centralista defendido por los conservadores y un sistema federalista defendido por los liberales, así como posturas antagónicas en lo que respecta a las relaciones entre Estado e Iglesia, entre otras tantas diferencias.
Es de anotar que fue vencedor en todas las contiendas militares en que participó, siendo sus triunfos determinantes (resaltando las batallas de Hormezaque y Tunja) para defender el cambio institucional hacia el federalismo, a partir de la Constitución Política, consagrada en la Convención de Rionegro de 1863.
Entre las ejecutorias que realizó como Presidente de la República cabe resaltar la firma del contrato de los estudios para la construcción del Canal de Panamá; los primeros pasos para la organización de la Universidad Nacional y principalmente su actitud para restablecer la paz en el país en un siglo signado no solo por las batallas independentistas, sino por las infructuosas luchas internas posteriores ya señaladas, que por demás habían minado los recursos económicos en detrimento de toda la población, para lo cual trazó un plan para restablecer orden en las finanzas públicas y efectuó un llamado a la concordia política, siendo el primer presidente liberal que llamó a la oposición para que trabajara y formara parte de su equipo de gobierno, hecho que aunque no fuera aceptado por la oposición, era demostrativo de su intencionalidad y reconocido sin duda en favor de la armonía y la paz, tal como pudo culminar su mandato.
En esta conmemoración traemos las palabras pronunciadas por el literato y político José María Samper, en nombre del Congreso de los Estados Unidos de Colombia, al decir: “… Si queremos honrar dignamente la memoria de Gutiérrez, elevemos nuestras almas a Dios … y juremos imitar a este ilustre ciudadano en su profundo respeto por el honor, por la paz, por la integridad, por todo lo grande y bueno. Y al cumplir este juramento de cristianos y patriotas tributemos el más alto honor posibles al hombre generoso cuyos restos mortales dejamos hoy en la quietud del sepulcro. “
*Texto elaborado por su descendiente Luis Fernando Villamarín Ramírez.
Excelente artículo para recordar a nuestro ilustre paisano, el expresidente José de los Santos Gutiérrez. Buen trabajo el de mantener en la memoria de nuestros jovenes el recuerdo de aquellos antepasados que lucharon por la paz, la armonia y el bienestar de nuestra querida Colombia.
Gracias por tenerli en cuenta