Boyacá cuenta con el programa de Teletrombolisis que garantiza el acceso oportuno para el diagnóstico de personas que sufren un ACV en zonas distantes.
El Día Mundial de la Prevención del Accidente Cerebrovascular se conmemora cada 29 de octubre, desde el año 2008, buscando centrar la atención en la concientización y en la prevención de este episodio, que puede ser mortal y repercute en la calidad de vida de las personas, generando algún tipo de discapacidad.
Según el Análisis de Situación en Salud, en Boyacá, para el año 2018, la principal sub causa de mortalidad asociada a enfermedades del sistema circulatorio, fueron las enfermedades isquémicas del corazón, con una tasa de mortalidad ajustada por edad de 65,4 muertes por 100.000 habitantes, seguida de las enfermedades cerebrovasculares, con 29 muertes por 100.000 habitantes y, en tercer lugar, las enfermedades hipertensivas con una tasa de 21,03 muertes por 100 mil habitantes.
De acuerdo con el coordinador del Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario San Rafael de Tunja, Gustavo Orlando Álvarez Álvarez, diariamente llegan pacientes con diagnóstico de accidente cerebrovascular, es decir, con un daño cerebral producido por la obstrucción de la circulación en alguna parte del cerebro o por una hemorragia cerebral causada por el rompimiento de una arteria.
“Cualquiera de estas dos causas genera graves problemas neurológicos y funcionales en el paciente, en su gran mayoría comprometen el estado de conciencia, tienen dificultad para hablar, y/o limitación para mover medio lado de su cuerpo”, indicó Álvarez.
Agregó que estos pacientes son atendidos en el servicio de urgencias, donde se les hace un diagnóstico y un concurso interdisciplinar de diferentes especialidades y servicios de apoyo, y muchos de ellos requieren únicamente manejo médico y otros requieren manejo de neurocirugía con intervención quirúrgica.
“Es importante que tomemos conciencia de las causas más frecuentes que no llevan a esta enfermedad, mejorar nuestros hábitos alimentarios, evitar el sedentarismo, la obesidad, el alcoholismo y el tabaquismo, todo estos generan daños en las arterias del cerebro y enfermedades crónicas como la hipertensión arterial y la diabetes, pueden producir la enfermedad cerebrovascular”, señaló el Neurocirujano.
Puntualizó en la importancia de seguir las recomendaciones médicas, y las indicaciones de los medicamentos que deben tomar de manera permanente, pues esta enfermedad puede dejar grandes secuelas para siempre y no solamente afecta al paciente, sino también a su núcleo familiar.
La referente de la Dimensión Vida Saludable y Enfermedades no Transmisibles, Martha Veira Andrade, indicó que la Secretaría de Salud continuará con acciones encaminadas a la promoción de estilos de vida saludables, como educación a la población sobre síntomas del ACV para lograr una respuesta oportuna y reducir sus complicaciones.
Así mismo hizo un llamado a continuar con la implementación de las Rutas de Atención Integral en Salud, así como, aumentar la identificación activa del riesgo cardiovascular.
Programa de Teletrombolisis
Boyacá cuenta con la red de Teletrombolisis que reduce el tiempo de respuesta en el diagnóstico y tratamiento de un paciente que sufra un ACV, y facilita una atención oportuna dentro de las tres horas siguientes al ataque.
Este sistema funciona en este momento en el Hospital Regional de Duitama, y muy pronto, en los hospitales de Sogamoso, Moniquirá y Soatá, los cuales se encuentran interconectados con la red central ubicada en el Hospital Universitario San Rafael de Tunja, en donde se encuentra el equipo de neurólogos.
El secretario de Salud de Boyacá, Jairo Mauricio Santoyo Gutiérrez, informó que este es un sistema de telemedicina de emergencia en neurología vascular, que garantiza el acceso oportuno para el diagnóstico de personas que sufren un accidente cerebro vascular, ACV, dadas las características geográficas del territorio boyacense.
La Telemedicina, adaptada para teletrombolisis, permite que el equipo de neurólogos del Hospital San Rafael, se conecte con las nuevas unidades de los hospitales, dentro de las primeras cuatro horas, desde que ocurre el evento en salud, brindando atención médica, monitoreo y orientación de manera oportuna, para lograr que el 95% de las secuelas desaparezcan.
*Redacción de Sandra Peña y Elssy Sarmiento