En la capital boyacense los suicidios decrecieron en una tercera parte en el comparativo entre el primer y el segundo año de la pandemia.
Boyacá está lejos de ser uno de los departamentos con mayor tasa de mortalidad por suicidio, por lo menos si se le compara con San Andrés o Vaupés, pero es uno de los departamentos en los que ha venido incrementándose dicho fenómeno, por lo menos en los años previos a la pandemia.
Por eso es que la información, revelada recientemente por el Instituto Colombiano de Medicina Legal, en los que se evidencia una disminución en el número de suicidios ocurridos en la capital boyacense, resulta de alguna manera alentador.
Es que entre enero y agosto de 2020 fueron 12 suicidios los que se presentaron en Tunja, mientras que, entre enero y agosto, pero de 2021, fueron ocho casos, que no deja de ser una cifra alarmante, pero que evidencia una tendencia reduccionista en ese sentido.
Sin embargo, otro es el panorama en lo que refiere a muertes violentas, pues para el caso de los suicidios, la cifra se duplicó. Mientras que entre enero y agosto de 2020 se cometieron tres homicidios, en el mismo periodo de tiempo, pero de 2021, fueron seis.
Igualmente se presentó un aumento en las víctimas mortales de accidentes de tránsito, pasando de 10 a 16 comparando el periodo de tiempo anteriormente mencionado, entre los años 2020 y 2021.