Esta obra podría significar la evolución de las plazas de mercado, pero para que sea operativa y totalmente funcional todavía requiere inversiones de varios miles de millones de pesos.
Construir las vías de acceso hacia el parque Agroalimentario de Tunja, en el sur de la ciudad, podría costar entre 7.000 y 9.000 millones de pesos. Pero el tema de la infraestructura vial no es lo único que se necesita. También es necesario garantizar iluminación, vigilancia y sistemas de transporte dentro de la propia infraestructura.
Es decir que todavía faltan grandes inversiones, recursos y tiempo para que ese lugar que, según el secretario de Desarrollo de Tunja, Wilson Velásquez, pretende ser la evolución de las plazas de mercado, sea funcional y atractivo para vendedores y usuarios.
EL DIARIO conversó con el secretario de Desarrollo, Wilson Velásquez, sobre el avance, la realidad y las proyecciones de la que con el tiempo puede convertirse en una moderna plaza de mercado.
EL DIARIO: ¿Qué es el Parque Agroalimentario?
Wilson Velásquez: Ese parque es la evolución de las plazas de mercado y esperamos que se convierta en una gran plataforma de mercadeo de productos no solo de Boyacá sino de todo el oriente del país, que le sirva a comerciantes mayoristas y minoristas y a miles de compradores. El parque tiene contempladas unas etapas para mayoristas y minoristas de papa y cebolla; de líchigo y mercado tradicional, auditorios y lugares para exhibición y maquinaria agroindustrial. El parque cuenta con un área total construida de 11.795 metros cuadrados. Esta obra funcionará como una solución a las necesidades de acopio, agregación de valor, transformación, comercialización y distribución de la producción hacia los diferentes destinos, especialmente de Bogotá.
ED: ¿Cuánto ha costado la obra y quiénes hicieron las inversiones?
W.V: En esta fase se invirtieron 33.000 millones de pesos, con recursos provenientes del municipio, que puso el terreno; el departamento y la Nación. Fue una obra que inició en el 2016 y que tuvo grandes dificultades, entre ellas 12 prórrogas. Como supervisora de la obra estuvo la Gobernación de Boyacá.
E.D: ¿Por qué el municipio tenía que recibir una obra que pareciera que no está terminada para ser totalmente funcional?
W.V: Porque eso fue lo pactado desde el inicio: era una obra cofinanciada, el predio lo puso el municipio, así como los estudios. Lo que estaba definido es que una vez finalizada la primera etapa el Gobernador tenía que entregar el parque al municipio. El que suscribió el contrato fue el departamento y no el municipio.
E.D: ¿Cómo está la obra y por qué no puede entrar a funcionar ya?
W.V: Ya está terminada toda la estructura que fue contratada. La obra se recibió a conformidad y el contratista garantiza la calidad de las obras y los trabajos realizados, pero hay que hacer unas adecuaciones para que realmente la operación al interior del parque sea funcional y eficiente. Será necesario sacarlo a concesión para que el contratista realice algunas de esas adecuaciones.
E.D: ¿Qué tipo de obras faltan?
W.V: Falta adecuar unas plataformas de cargue y descargue, cerramiento; seguramente habrá que implementar algún sistema de transporte entre las zonas de mercado mayorista hacia el minorista; todo eso podría hacerlo el concesionario; eso está por definirse. Esas adecuaciones las tendrá que hacer el concesionario para garantizar la funcionalidad y la operatividad.
E.D: ¿Y quién operará el Parque Agroalimentario?
W.V: Eso se determinará en una concesión con unos términos y unas condiciones que deberán contemplarse en los pliegos, en los que seguramente se manifestarán las inversiones que se requieren para hacer operativo el parque, de acuerdo con unas proyecciones financieras y unos ingresos para el operador, lo que se debe proyectar a cuántos años se hace la concesión para que pueda llegar a un punto de equilibrio.
E.D: ¿Hay firmas o personas que estén interesadas en operar y explotar el Parque?
W.V: Hasta ahora no porque por ahora lo que se está haciendo es proyectar esa licitación pública para quienes puedan estar interesados. Estamos definiendo los requisitos de esa licitación; no hay todavía interesados porque no hemos elaborado los estudios de pliegos ni las condiciones de esa concesión.
E.D: ¿Haber recibido y tener ahora cargo ese parque es ‘una papa caliente’?
W.V: Creo que se pudo haber hecho un mejor diseño y faltan las vías de acceso. Ahora al municipio le corresponderá asumir esos costos y garantizar la infraestructura para el acceso, tanto desde la variante de la doble calzada como desde otras vías del sector. En cuanto a el parque el proyecto está bien concebido, pero será necesario hacerle unos ajustes para hacer acondicionamiento tanto del mercado mayorista como del minorista. También será necesario garantizar unas obras de iluminación en el exterior para garantizar seguridad.
EL DIARIO: ¿Y las otras etapas del Parque?
W.V: Ya estamos realizando los estudios para determinar el presupuesto de la fase dos, que podría costar unos 37.000 millones de pesos y tocará empezar a golpear puertas, tanto a la propia Gobernación como a las entidades del orden nacional.
E.D: ¿Cuántas inversiones se requieren todavía para esa fase uno?
W.V: No lo sabemos, pero las vías de acceso podrían costar unos 8.000 millones de pesos y otras obras complementarias, todo entre 9 y 10 mil millones de pesos
EL DIARIO: ¿Cuándo esperan ustedes que comience a funcionar el Parque Agroalimentario?
W.V: Estamos iniciando un proceso precontractual y contractual que estaría en unos dos meses. El compromiso del alcalde, Luis Alejandro Fúneme, con los comerciantes es que el Parque comience a funcionar a finales de octubre, exactamente el 25 de octubre.