Cementos Tequendama, una empresa cuya planta se encuentra en el municipio de Suesca, en el departamento de Cundinamarca, ha venido gestionando desde el inicio de sus operaciones (2008), la explotación de yacimientos de piedra caliza en el municipio de Gachantivá aquí en Boyacá, en la región del Alto Ricaurte, donde posee un título minero sobre 2500 hectáreas de las 6500 que conforman el área total del municipio.
La propuesta de explotación se haría a cielo abierto, lo que quiere decir que más del 30% de territorio podría ser intervenido en el proceso minero, lo cual ha disparado todas las alarmas en medio de la comunidad que sabe de la amenaza en quedan los recursos más preciados para ellos, que son, el suelo, los bosques y las aguas que conforman uno de los paisajes más hermosos del departamento, de los cuales ha dependido la población y espera seguir usufructuando mediante el buen uso de cada recurso.
Ante este proceso, la comunidad del lugar, correspondiente en su gran mayoría, más del 80%, a habitantes rurales, donde las herramientas de trabajo siguen siendo la pica y el azadón, siguiendo la yunta de bueyes, ha cerrado filas para defender el territorio y rechazar el montaje de la minería que consideran inaceptable.
Hace algunos días estuvieron aquí en Tunja un grupo de voceros comunitarios que intentaban ingresar a una audiencia que se hizo por parte de la compañía, en el Despacho del Secretario de Minas, con instancias del gobierno regional y nacional, a la cual, de comienzo no se le permitió el ingreso a los representantes de la comunidad, a pesar de que en los pliegos de registro de asistencia se decía en el encabezado que se trataba de una jornada de socialización con la comunidad.
Los puntos de vista de cada participante expresan la profunda preocupación de las gentes del lugar y los argumentos por qué rechazan la posible explotación.
Expresan enseguida su opinión, Domingo Absalón Agudelo, presidente del acueducto interveredal de Las Iguas, Parte Baja; Ricardo Morales, veedor ambiental del municipio; Jairo Barbosa, presidente del colectivo ambiental del municipio; Carmen Cristina Castillo, presidenta de la Acción Comunal de Las Iguas; Clara Ángel del Movimiento Cívico por el Agua y por la vida y representante ante el Consejo Territorial de Planeación; el periodista Guillermo Torres, quien ha estado en las distintas acciones por la defensa de los ecosistemas del alto Ricaurte; y Carlos Andrés Oviedo, el Secretario de Minas del Departamento.
Este proceso no es fácil para la comunidad, ante la capacidad de gestión y lobby que ha desplegado la Compañía, de la que se dice tiene un grupo de expertos y asesores en Bogotá, encabezados por el excomisionado de paz del gobierno de Andrés Pastrana, Camilo Gómez, quien habría logrado cambiar, contra toda evidencia, una providencia en el Consejo de Estado en Favor de Cementos Tequendama.
Así que aquí están en juego dos posturas diametralmente opuestas: la comunidad de Gachantivá y la de gran parte del departamento que se opone a la minería en estas condiciones y la capacidad de una empresa que es propiedad de uno de los grupos familiares más influyentes en las altas esferas del mundo político y financiero.