Esta mujer líder de los barequeros se arrodilló ante las autoridades clamando solución a las problemáticas del occidente de Boyacá.
«No somos prostitutas, somos mujeres guerreras, les pido en nombre de los campesinos, que nos compren los productos, en Muzo no nos compran ni una puntilla; ayúdenos señor Gobernador […] Pídale al Ministro de Defensa, sáquenos al Esmad».
Esto ocurrió el 30 de noviembre en el municipio de Maripí, con ocasión de la reunión de las autoridades del Estado para buscar la solución de la problemática de las minas de esmeraldas en el occidente de Boyacá.
«Me levanté de la silla para pararla, porque considero que al único al que nos arrodillamos es a Dios», dice el ex Defensor del Pueblo, Mauricio Reyes.