Ante la incertidumbre, los nuevos cierres y confinamientos y por tanto la imposibilidad de trabajar con la mínima regularidad, lo que significará la quiebra definitiva de muchos más establecimientos, voceros de quienes están vinculados con esta industria en el departamento, claman porque las autoridades los escuchen y se sienten a concertar con ellos las alternativas claras y viables para poder trabajar y recuperar sus economías, conservar los puestos de trabajo y favorecer así a miles de familias, especialmente madres cabeza de familia, que dependen de los empleos que generan los restaurantes, bares y discotecas.
Así que el llamado apremiante es a que el gobernador del departamento y su equipo de gobierno que tiene que ver con el sector, lo mismo que los alcaldes de las principales ciudades, atiendan los requerimientos de los empresarios del sector, escuchen sus razones y argumentos con los cuales esperan demostrar que en realidad hay alternativas distintas a este tipo de medidas que se han tomado en las últimas semanas con los confinamientos intempestivos y nada acordados.
Tenemos miedo de lo que está sucediendo, no aguantamos más la situación, precisa Natalia Tolosa, del restaurante Tin Marin, uno de los establecimientos más importantes de Tunja, que a su vez genera un importante número de empleos y que hoy empieza a tener serias dificultades.
En el siguiente conversatorio, cuatro nuevas figuras líderes de los restaurantes, bares y discotecas: Natalia Tolosa, David contreras, Jairo Hernández Vela y Camilo Corredor, junto al asesor de Diálogo social y Paz de la gobernación de Boyacá, Pedro Pablo Salas Hernández, analizan la situación en diálogo con Pedro Mendieta, director de EL DIARIO.
Este grupo, representantes de una nueva generación de empresarios, anuncian también que proyectan la creación de un nuevo gremio que trabaje por los intereses y la defensa de sus derechos, que proyecte nuevas ideas y transformaciones para este tipo de negocios, para lo cual ya suman más de 90 establecimientos que formarían parte de un nuevo ente gremial, ante la inoperancia de Acodres, la antigua organización que agremiaba estas actividades y que hoy ha brillado por sus ausencia.