La ESE Santiago de Tunja logra, en menos de nueve meses, la dotación del nuevo hospital con lo cual se mejora el sistema de salubridad en el municipio, como no sucedía desde hace más de 30 años, desde la iniciativa del sector público.
Hace 31 años, con motivo de los 450 años de la fundación de Tunja, el entonces presidente Virgilio Barco, inauguró el Hospital San Rafael; desde ese mismo día se oyeron voces que pedían la ampliación pronta del mismo San Rafael –que no ha sucedido-, mientras que se consideraba que la ciudad debería construir un Centro Asistencial de Segundo Nivel, lo cual apenas acaba de cumplirse.
Teniendo en cuenta el panorama actual en donde se aprendió a vivir en medio de una pandemia, se vio reflejada la poca preparación e inestabilidad del sector salud, evidenciándose en cifras alarmantes como la ocupación de la UCI en Boyacá que alcanzó el 58,9%; gracias a esto se ha incrementado la importancia y la preocupación por tener un sistema de salud que soporte la crisis que ha dejado el Covid-19. A partir de esto, se empieza a visibilizar la necesidad de inaugurar un nuevo hospital en Tunja que ayude a la descongestión del hospital San Rafael y demás clínicas. Como ya se dijo, el hospital San Rafael se restructuró hace más de 30 años, para abarcar todas las necesidades sanitarias del departamento.
De aquí la importancia de la ESE Santiago de Tunja, dirigida por Alexander Mesa, la cual ha empezado por jugar un papel fundamental sobre la forma como se ha afrontado la contingencia sanitaria del Covid-19 en Boyacá. Mesa al recibir la gerencia en el mes de abril, se le hace entrega de una empresa social del Estado de primer nivel con 10 centros de salud y un hospital que comprende solo la infraestructura, con algunos elementos básicos como; sillas de sala de espera y camas de observación. Sin embargo, aún se necesitaba una gran cantidad de recursos para lograr la dotación del hospital, ya que, para poder brindar el servicio de II nivel se necesita un gran número de equipos y aparatos biomédicos de alta complejidad, además de los elementos vitales de un hospital.
“En el mes de abril nos llega cargado de tareas, pero una de ellas fue abrir el hospital local debido a la emergencia sanitaria. El alcalde se da a la tarea de arrancar con este hospital con el objetivo de aumentar la capacidad instalada de la ciudad en esta emergencia y que los centros sanitarios no fueran a presentar sobreocupación”, afirma Alexander Mesa.
El hospital local abre sus puertas el 3 de abril y empieza a brindar sus servicios en condiciones muy precarias, sin elementos, ni recursos propios, y hoy, casi ocho meses después, se encuentra un hospital que consta de: una sala de cirugía, una sala de partos, urgencias, laboratorio clínico, área de radiología y toda la parte de hospitalización que incluye; camas, monitores y bombas de infusión. Se estima que en lo que lleva de funcionamiento se han atendido alrededor de 7.000 personas, ayudando así, a la disminución de la sobreocupación del hospital San Rafael, que en estos momentos es cercana al 120%.
“El inicio de esta emergencia sanitaria hace que se agilice la apertura de nuestro hospital local Santiago de Tunja, sobre todo lo que tiene que ver con el servicio de urgencias, laboratorio clínico, radiología, servicio farmacéutico, observación y hospitalización de adultos”, explica Wilson Fernando Rodríguez, subgerente científico de la Ese Santiago.
Teniendo en cuenta que el hospital solo comprendía la infraestructura sólida, se necesitaba una gran cantidad de recursos para ponerlo a funcionar, así que, de parte de la Alcaldía de Tunja se le autoriza una suma de alrededor de 5 mil 500 millones de pesos. “Cuando nos llegan los recursos de la Alcaldía de Tunja se tenía presupuestado para tres meses, pero viendo la situación actual en donde se prevé que la pandemia va a durar alrededor de 2 años, decidimos empezar a organizar las prioridades para que esos recursos alcanzarán por lo menos para nueve meses y así se hizo” , señala Mesa; y, agrega: “Con esos recursos aseguramos el pago de la nómina del hospital para nueves meses, y ahí se nos va la mitad de la plata, también compramos elementos, insumos y medicamentos, elementos de protección personal y equipamientos que nos faltaban para los laboratorios”.
Se logra satisfactoriamente la dotación gracias a varios convenios que realizó la ESE Santiago de Tunja con el Ministerio de Salud, la Alcaldía de Tunja y la Gobernación de Boyacá, en donde cada uno pone su granito de arena para lograr el buen funcionamiento del hospital, como se reflejó en el convenio 014 con la alcaldía, ya que, se aprobó la suma de alrededor de 500 millones de pesos, con los cuales se dota la sala de cirugía uno.
Así mismo, Alexander logra incluir a la ESE Santiago en el plan de expansión de emergencia sanitaria del departamento, eso dio la posibilidad de acceder a varios recursos y proyectos del Ministerio, entre otros; se aprobó un proyecto de expansión de infraestructura de alrededor de 630 millones, con los cuales se logra estructurar la central de esterilización con elementos como lo fueron camas y monitores. “Se logra la aprobación del proyecto y además de eso, me inscribí a Gestión del Riesgo que estaba dando dotación a hospitales en expansión y nos manda 22 camas y un equipo de rayos x portátil”, afirma Alexander.
La tercera fuente de financiación fue el proyecto de Unetón que se gestionó por parte de la Alcaldía de Tunja; el hospital recibió 305 millones de parte de los ciudadanos, los cuales se destinaron a la dotación de la sala de partos; mesas, lámparas cielíticas, lámpara de calor radiante, ecógrafo maternofetal, monitor y todo el instrumental necesario para poder atender partos en condiciones seguras y normales.
Un hospital de exlelente calidad atiende a mucha gente de todos los mucipios aledañis
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