Gobernador de Boyacá al frente de la situación en Occidente

Foto | Hisrael Garzonroa
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El gobernador del departamento Ramiro Barragán Adame viajó esta mañana a esa región del departamento para ponerse al frente de la situación conflictiva que vive la zona ante las protestas de los miles de guaqueros que han venido pidiendo respeto por su trabajo, por sus tradiciones y costumbres alrededor del uso de estériles de las minas de esmeraldas que les han permitido durante decenios, el rebusque de la diaria subsistencia.

El gobernado Barragán se encuentra esta mañana en Maripí, donde preside una amplia reunión con los alcaldes la región, líderes de los guaqueros, voceros de los empresarios de las minas de esmeraldas y voceros comunitarios de varias organizaciones sociales que ven con preocupación lo que está pasando en la zona productora de las gemas.

La decisión del mandatario de ponerse al frente de la situación se dio en las últimas horas al conocerse, en especial, lo sucedido con las actuaciones del ESMAD con el uso desmedido de la fuerza en contra de los manifestantes, los guaqueros y, más reciente ayer en la tarde, cuando la fuerza policial, al parecer transportada en las camionetas de las mineras operadoras de los yacimientos, llegaron al caso urbano de Muzo y sin mediar argumentos, empezaron a disparar gases lacrimógenos contra la desprevenida comunidad que atónita no entendía por qué la actitud de la fuerza pública.

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El consenso en el gobierno departamental es que las circunstancias que rodean esta crisis deben asumirse con serenidad  para buscar las soluciones mediante el diálogo y la concertación para logara los acuerdos necesarios donde las partes logren el clima de convivencia que se necesita. Como se sabe, son alrededor de 5 mil personas las que viven de la guaquería en la región, que no son agricultores, ni quieren volverse cacaoteros o jornaleros de otras actividades, sino que desean que su tradición se respete y se proteja.

A su vez, hay preocupación en algunos sectores ciudadanos ante la actitud bravucona del comandante de la policía Boyacá, de quien dicen que al estilo del director general, el General Atehortúa, ha introducido el lenguaje inapropiado de confrontación con las comunidades a partir de su menosprecio y prepotencia.

De aquí que resulte de especial trascendencia que el gobernador Barragán, una figura conciliadora, fiel a la característica boyacense de moderación, se ponga al frente de la situación para buscar los necesarios acercamientos y se comience un proceso de largo aliento para tratar las dificultades que han surgido en la región con la presencia de las multinacionales mineras, con la titulación indiscriminada del territorio, con hechos como el desconocimiento de la guaquería, las medidas cada vez más restrictivas para comercializar las gemas en la región e incluso la veda a actividades como las artesanías que se derivan de los elementos asociados a la extracción de la mejores esmeraldas, entre otros.A la vez se espera que la actitud del gobierno departamental tenga el eco necesario en alto gobierno para que desde allí se ayude en el fortalecimiento del diálogo y se logren las medidas que protejan los derechos de la gente y no que suceda lo que se dice que ha pasado en las últimas horas cuando el ministro de defensa, Carlos Holmes y el Director de la Policía habrían concertado que la respuesta real es la arremetida de la fuerza.    

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