Boyacá ha venido ocupando el primer puesto en accidentalidad minera desde hace un buen tiempo y el año 2020 no ha sido la excepción. Durante la sesión descentralizada de la Comisión V se reflexionó sobre dicho tema y se hizo saber que hoy el fallo recae exclusivamente en las autoridades municipales.
La sesión descentralizada de la Comisión V de la Cámara de Representantes, realizada este viernes en Tunja, se extendió por cerca de seis horas, pero bastaron cinco minutos para que llegara el primer jalón de orejas para los alcaldes con vocación minera.
No es para menos, Boyacá ocupa hoy el deshonroso primer lugar en cuanto accidentalidad minera, y siendo que la Agencia Nacional de Minería (ANM) ha buscado regular estrictamente esta situación, es culpa exclusiva de los mandatarios locales, que desconocen las directrices de la ANM con las consecuencias fatales que ya todos conocen.
“Cuando la ANM emite un acto administrativo es obligación de los alcaldes hacerle seguimiento a esos requerimientos que les hace la ANM. Se sale del marco de la ANM y recae en las manos de los alcaldes. El 80% de estos accidentes ya habían sido advertidos por parte de la autoridad minera, pero por permisividad de los alcaldes ocurrieron”, señaló el representante a la Cámara por Boyacá Héctor Ángel Ortiz.
Juan Miguel Durán, presidente de la ANM, dio a conocer las cifras de accidentalidad minera en el país y la cuota correspondiente a Boyacá. “Las cifras de accidentalidad en Boyacá son desafortunadas. Tenemos 131 accidentes reportados este año, de los cuales 51 fueron en Boyacá”.