La mayoría del Concejo Municipal en su función de control político y de vigilancia al presupuesto municipal decidió no apoyar el plan de desarrollo “Sogamoso Tarea de Todos, 2020-2023” propuesto por el alcalde Rigoberto Alfonso.
El concejal Alejandro Gutiérrez expresó en su cuenta de Twitter: «En el Concejo de Sogamoso se hunde Plan de Desarrollo. La falta de participación ciudadana y la disminución de recursos en política social, principales argumentos. Lamentable este escenario para Sogamoso. Comparto los argumentos, faltó mucho».
Al ver las intervenciones de los concejales, se pueden concluir valederas razones para la negativa de la Corporación. Un vacío jurídico sustentado por los concejales Jesús Sánchez y Diego Fagua, respaldado por varios de sus compañeros, frente a la ausencia de participación ciudadana, refiriéndose a que el requisito legal del concepto del Consejo Territorial de Planeación no fue dado en debida forma y se trata de la voz de más de 30 sectores sociales, económicos y culturales de la Ciudad del Sol, concepto que sumado a las disminución de 16 mil millones de pesos que se habían proyectado en el mes de mayo y que ya no estaban en el proyecto de Plan presentado en Junio, constituyeron las principales razones; sin perjuicio de errores en los indicadores de violencia contra la mujer y la destinación equivocada de funciones en inmuebles de la ciudad sustentada por la concejal Estela Fernández.
La baja participación de diecisiete veredas que componen el sector rural (sólo participaron dos), y en otros sectores se llegaron a reportar mesas de trabajo con un participante, más la conocida ausencia de la vinculación del Consejo Territorial de Planeación como representante de la comunidad, que en su momento reportó EL DIARIO y que llegó hasta la renuncia de su presidente Felipe Velazco, junto a la negativa de aprobación por parte del Concejo Municipal, da a entender que este Plan de Desarrollo no fue “Tarea de todos”, sino más bien de unos pocos que la hicieron mal, y por esta razón, se hunde.
Ante la incapacidad de concertar el norte, el futuro inmediato de la ciudad se convierte en una incertidumbre de una gran magnitud, generando una inestabilidad administrativa que no tiene antecedentes, un distanciamiento del gobierno con los representantes de los ciudadanos y unas incertidumbres jurídicas en términos de lo que sigue, en la adopción del Plan y la ejecución del presupuesto. Pero lo que más nos ha sorprendido es la decisión de disminuir la proyección de los cerca de 16 mil millones para gasto social en medio de una crisis tan profunda como la que vivimos en estos días como humanidad, justo cuando más se necesita, esto no se puede comprender y nos lleva a pensar que el alcalde Rigoberto se encuentra en contra de la realidad.
El tiempo pasa muy rápido, pero aún se tiene la oportunidad para que se sienten los diferentes actores de la ciudad y puedan concertar lo que está por venir, esto requiere de una actitud constructiva que permita establecer metas comunes y logre definir un verdadero Plan para que Sogamoso supere esta crisis en que se encuentra sumergida.
