Los alcaldes del Valle de Tenza han solicitado que los trabajadores de esta obra sean exclusivamente personas de la región, que han estado sometidos a cuarentena.
Los municipios del Valle de Tenza están en alerta máxima por la reanudación de obras de la Transversal del Sisga, pues a pesar de que es una de las actividades autorizadas durante este periodo de cuarentena, existe cierta zozobra en la región por la tasa de contagios que podría dispararse a partir del reinicio de trabajos.
La Concesión Transversal del Sisga anunció días antes de la reanudación de los trabajos, que se tomarían las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los trabajadores y habitantes de la región, entre estas la desinfección y limpieza diaria de vehículos de transporte del personal, el lavado y desinfección de manos cada tres horas, el uso de tapabocas, alcohol y gel desinfectante, entre otras.
Sin embargo, la desconfianza persiste. Todavía más ante la denuncia del alcalde de Guateque, Camilo Camero, que afirma que a la zona llegaron más de 600 personas, de diferentes regiones del país, sobre las cuales no se sabe que prevenciones han tomado en medio de esta contingencia del COVID-19.
Dada esta preocupación, alcaldes de la región están sosteniendo reuniones con el concesionario para plantear algunas condiciones que consideran esenciales para garantizar la seguridad de los pobladores del Valle de Tenza. Una de dichas condiciones es la de contar exclusivamente con personal residente de la región, que ha estado sometido a cuarentena, y en caso de requerir personal de otras regiones del país, este tendría que someterse a un periodo de aislamiento de 14 días, antes de empezar a trabajar en la obra. Ese ha sido uno de los pedidos del alcalde de Santa María, Pablo Bernal.