¡Las iniciativas son de la gente!
La experiencia del encuentro del gobierno departamental, primero con los 123 alcaldes, acto que tuvo lugar en Zetaquira a finales de enero pasado y, luego, con las diferentes comunidades, en lo que va del tiempo de formación del plan de desarrollo que viene siendo discutido en cada provincia, pone de presente las nuevas tendencias que van surgiendo de las iniciativas de los habitantes lugareños que están empezando a ver y actuar en el territorio de manera distinta, apreciando potencialidades que antes no se veían o no eran viables.
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Y es que el territorio, su ocupación, uso y cuidado están adquiriendo nuevas dimensiones en la percepción de sus ocupantes que son los lugareños, tradicionales propietarios, trabajadores, herederos y nuevas inmigraciones. Muchos están entendiendo que las cosas están peor en otras latitudes, que el horizonte de las oportunidades ya no está en otras tierras o en las ciudades y capitales principales, sino que pueden estar allí mismo, a partir de su tierra, de su cultura, de sus industrias y labores, y del aprovechamiento y cuidado del entorno ambiental.
Rimar la copla, componer la canta, tocar el instrumento, cuidar la quebrada, valorar el bosque, avistar e identificar las aves, cocinar como las abuelas, ayuntar los bueyes, cargar las mulas, montar a caballo, ordeñar las vacas, criar las ovejas, tener las gallinas, sembrar la huerta, producir las frutas, transformar el café, lograr la exquisiteces del cacao, y tantas cosas más, hoy no es parte del folclore y de las añoranzas, sino de las posibilidades reales de solucionar el ingreso, hacer empresas, y contribuir al bienestar propio y de las comunidades.
Son los casos ejemplares de algunos ‘adelantados’ que ya andan en este sendero de transformación y de nuevas formas de enfrentar la realidad, lo que no solo sucede en Zetaquira, sino que así habrá docenas o cientos de iniciativas en todo el departamento y a los cuales el gobierno departamental y en particular cada alcalde deberá enfocar sus mejores esfuerzos para ayudar a hacer exitosas tales iniciativas, lo que será un porte real a la economía y al progreso de cada localidad, creando fuentes empleo y propiciando la producción de bienes y servicios que en estas condiciones se convierten en resultados democráticos en la distribución de los ingresos y la generación, así sea modesta, de riqueza, en vez de las promesas desgastadas y perversas de aumentar la cobertura de los subsidios, a lo que resultan tan proclives los alcaldes por estas épocas.
La cultura cafetera de Lengupá
Esta es distinta a la de otras zonas del país como lo explican los productores locales. “Mi nombre es Jairo Moreno Jiménez empresario de Cacique Guanatá Café, una empresa familiar, desde donde manejamos la finca agro-turística, vendiendo la experiencia del café y creando otros productos como el té de café que es una innovación a la cual le estamos apostando; el té de café lo estamos elaborando con los mejores frutos seleccionados y debidamente deshidratados. Esta vez tenemos y enseñamos la cultura cafetera boyacense, que es completamente diferente a la cultura cafetera del eje cafetero, ya que en Boyacá tenemos una sola cosecha al año, en cambio en el eje cafetero hay hasta cuatro cosechas al año, así que nuestra cultura cafetera es completamente diferente”.
Don Jairo sigue contando que “en la finca estamos trabajando el tema de hospedajes tanto en la forma tradicional como en el modelo de campismo”. La finca se encuentra a cinco kilómetros del casco urbano sobre la vía que sale para Tunja, y para las reservas o solicitud de productos, el contacto es al siguiente número de Cel. 3143140167, donde dice, “respondemos a cualquier hora del día”.
Producir para exportar es posible
“Mi nombre es Manuel Vargas, aquí de la vereda Centro Rural del municipio de Zataquira; soy agricultor y me he dedicado a las frutas de exportación. En el momento estoy manejando pitahaya, gulupa y granadilla para exportación; también estamos tratando de sacar adelante un proyecto a nivel municipal y regional de aguacate Hass, el objetivo es tratar de diversificar el campo. Adicionalmente trabajamos con el cultivo del fríjol: a nivel municipal ya tenemos un área sembrada cercana a las 120 hectáreas, en tres veredas del municipio, mediante una asociación de agricultores y la idea es buscar mercados para mantener un buen precio y un equilibrio con los agricultores”.
Manuel es optimista: “con el comercio exterior estamos trabajando con algunas exportadoras que necesitan la fruta. Necesitamos un apoyo especial del gobierno en la parte técnica y de pronto de las empresas que nos colaboren también en las cuestiones técnicas nuevas para mejoramiento y así darle el mayor valor agregado posible l producto. El resultado económico ha sido muy favorable para nosotros los agricultores puesto que la fruta de exportación tiene un valor mucho más alto que la del consumo interno, y así podemos seguir trabajando bajo técnicas diferentes, incluso mejorándolas”.
El proceso tampoco es tan reciente. Manuel describe que “ya hace que arrancamos unos ocho años, pero con el cambio de administraciones hemos sufrido algunos tropiezos; sin embargo, con esta nueva administración, con el alcalde Yamit Ramírez, la idea es trabajar con pasifloras, fríjol y el aguacate hass que es el fruto del futuro, por eso nos parece muy importante encuentros como este de los alcaldes del departamento aquí en Zetaquira ya que nuestro municipio se da a conocer a nivel departamental y nacional, porque llega gente de diferentes partes y se dan cuanta que tenemos la diversidad de pisos térmicos y climas, relativamente cerca de Tunja y de Bogotá, lo que es muy favorable, por eso necesitamos que el gobernador nos colabore con la parte de la vía que es vital. Que el gobernador y el Ministerio de Transporte garanticen la pavimentación completa de la vía”.
La Asociación para las artesanías y el turismo rural
Silvia Victoria Espinosa Arias, es una mujer artesana y como tal dirigente del sector, lo mismo que emprendedora en la industria del turismo rural y el ecoturismo de Zetaquira y de toda la provincia, que ve en sus actividades una gran oportunidad para ella y para las mujeres de la región, sabiendo que es con base en la asociación, la cooperación y la solidaridad como se puede transformar la realidad y cambiar las condiciones del entorno para beneficio colectivo.
Silvia Victoria cuenta su experiencia: “hago parte de la Asociación cultural y turística Quira, soy la representante legal, y con Claudita Perilla, que es de Berbeo, trabajamos el año pasado un proyecto de turismo comunitario, entonces por eso hablamos de que la asociación está trabajando no solo en nuestro municipio, sino que estamos trabajando a nivel regional, con Márquez y Lengupá, donde iniciamos el proyecto de turismo comunitario. La idea es seguir este año trabajando el proyecto de turismo comunitario y trabajar nuestro fuerte que son las artesanías, donde también somos asociadas”.
Con toda claridad, Silvia Victoria precisa el objetivo del trabajo que se está haciendo. “La experiencia de turismo comunitario, que hace parte de todos nuestros valores como campesinos, con sus saberes, todas sus tradiciones, en cualquier ámbito, todo para poder fomentar nuestros proyectos para beneficio de la región. Como asociación estamos en este momento mirando qué podemos hacer en nuestro territorio porque el primer paso que estamos haciendo es saber qué más hay. Sabemos que hay muchas cosas qué mostrar, pero es que nuestro fuerte como municipio son las termales y las cascadas y en general todo el paisaje que es lo que más saca la cara por nuestro municipio por Zetaquira”.
Pero esta lideresa sabe que no basta con tener conciencia de las ventajas del paisaje y lo que este contiene, sino que hay que avanzar mucho más: “nos damos cuenta de que cuando el turista llega no solamente quiere estar en las termales, quiere conocer otros sitios y uno dice, pero aquí a dónde los llevo. Así que es conocer y reconocer qué tenemos nosotros para mostrar que son también nuestros saberes, los saberes de nuestros abuelos, los saberes de los campesinos que están ahí que se pueden mostrar; que van desde cultivar cualquier producto, cualquiera que sea; pero también ese conocimiento intangible como es la composición de una copla, la ejecución de un baile; o cómo elaborar nuestras casas de adobe. Todos esos son saberes que los visitantes no los conocen. Así que estamos mirando qué podemos mostrar. En nuestro territorio ya hay empresas que promueven el turismo pero la verdad es que hasta ahora estamos empezando”.
Y toda la acción de organización de los grupos de artesanos, de las empresas turísticas, de promoción de la región, no distrae el otro compromiso profundo que Silvia victoria sabe que tiene que asumir y es el de educar y formar a sus hijos para que sigan el ejemplo: “yo soy mamá; es un poco complicado con los niños, pero el ejemplo es lo fundamental. Tengo dos hijos, y desde ya los estoy vinculando con l realidad, los llevo a la asociación, les muestro lo que hay que hacer, a veces parece que fueran obligados pero ellos algún día tendrán que ver que el apoyo a su comunidad es parte de su formación. De pronto no lo hagan ahora pero de aquí a mañana sé que lo van a hacer. Entonces, lo que se invita es a tenerlos al lado de uno y entusiasmarlos a que hagan algo, así no muestren que les gusta mucho pero ahí le van cogiendo el gusto”. En cuanto a la artesanía más tradicional de Zetaquira y de toda la región, Silvia Victoria ve en el tema de la cestería una gran oportunidad para rescatar las habilidades de su elaboración para lo cual cuenta que se están identificando las personas que conservan estas destrezas, invitándolas a la asociación pero conservando el trabajo individual en sus casas. Por ahora hay cinco asociadas y otras diez por vincular.
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