Con esta frase, el presidente de Fenalcarbón Juan Manuel Sánchez terminó el Décimo Foro del Carbón y del coque que tuvo lugar en Paipa en las últimas horas, y que congregó a la minería y la industria del carbón en sus distintas facetas; eso sí sin la presencia de las grandes mineras, como Cerrejón, Drummond, que siempre han estado en otro nivel.
Fueron dos días de intenso trabajo durante los cuales se analizó la situación del sector en razón a las necesidades del mercado interno, de la competencia del producto en los mercados internacionales, el horizonte de uso del carbón, la evolución del precio y los potenciales de aprovechamiento que tenga el mineral de aquí al momento en que supuestamente debe salir de la canasta de energéticos, dadas las condiciones de alto impacto que se atribuyen al uso del mineral en el calentamiento global.
La presencia del gobierno nacional fue encabezada por la viceministra de minas Carolina Rojas y la presidenta de la Agencia Nacional de Minería, ANM, Silvana Habib Daza y sus grupos de asesores; mientras que el gremio fue encabezado por el presidente de Fenalcarbón y su junta directiva; y los carboneros, en cabeza de los principales empresarios, tanto de los carbones térmicos como de los siderúrgicos y de la industria del coque, cuya figura principal es Don Miguel Parra, del grupo empresarial Milpa..
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En cuanto al momento de la realización del Foro este coincidió con la exacerbación del coronavirus, justo cuando la OMS declara la enfermedad como una pandemia planetaria, lo cual crea la incertidumbre global sobre la salud, en primer lugar, y la siguiente consecuencia que es la crisis económica que esto ha desatado, que va desde las cifras negras de las bolsas , las pérdidas de las aerolíneas hasta la la crisis de la industria que anuncia que la demanda de productos como el coque y los carbones siderúrgicos será menor a la proyección que ya se notaba en positivo desde comienzos del año y que ahora se anuncia que bajará, afectando los volúmenes a producir y el precio que se reciba en el caso del productor.
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Como lo dijo don Miguel Parra en declaraciones a El Diario en el marco de este foro, “todo estaba marchando de manera positiva en los dos primeros años del año. Ahora aparecer este fantasma que nos empieza a golpear y no sabemos hasta dónde nos afecte”.
La expresión con la cual finalizó el dirigente gremial, que “tenemos carbón para rato”, es sin duda una exclamación de optimismo que, sin embargo, hay que ver con beneficio de inventario, dado que sus alcances no serán iguales para todos los actores de la cadena, a menos que se hiciera un trabajo de gran calado para favorecer, en especial los pequeños productores, cuya situación no es la mejor, como les sucedió en la última semana a un grupo importante de pequeños mineros del carbón térmico de Paipa, que vieron cómo la alcaldía de la ciudad, por orden de la ANM tuvo que cerrar más de 70 bocaminas, debido a las precarias condiciones de seguridad minera y cumplimiento de varios requisitos legales que les hace imposible seguir operando.
El cierre de las bocaminas, un proceso que se ha extendido por todas las zonas carboneras del altiplano cundiboyacense, se debe a que el gobierno encuentra que el más alto índice de accidentalidad y muerte en la actividad está ubicado en las minas de Boyacá, y que eso se debe a lo rudimentario del manejo de las mismas, y que por tanto hay que cerrarlas aplicando todo el rigor de la norma. Sin embargo, es fácil demostrarle al gobierno que esto se debe en gran medida a que, en el caso de las minas de carbón térmico, sus dueños y operadores no las han podido modernizar y poner a tono con todas las normas para evitar accidentes, es por culpa del mismo gobierno que a través de una empresa como Gensa, que es de su propiedad, se ha negado, en los últimos 15 años, a remunerar de manera justa a los productores mineros, y que también se han negado a prestarles la asesoría y el acompañamiento para lograr que las minas sean seguras para la vida de los trabajadores que allí extraen el carbón cada día.
Ante este reclamo, tanto la Viceministra como la Presidenta de la Agencia Nacional de Minería se niegan a responder y solo se bajan por las orejas con sus respuestas evasivas. Entonces, ´para los pequeños mineros de este tipo de carbón, el futuro no está tan despejado y habiendo abundante carbón en la entraña de la tierra, lo que no habra para rato es la prosperidad de sus actividades.Ahora bien, en cuanto a las plantas térmicas y su expansión en una región como Paipa, tampoco el horizonte es despejado dado que el manejo que el gobierno nacional le ha dado al sector ha terminado preferenciando y favoreciendo a empresas como EPM y a los generadores que usan gas, antes que fortalecer proyectos de generación con carbón que debería ser el caso de Paipa. Al finalizar el Foro, queda una lección muy importante, que todavía hay futuro para el carbón, pero que los métodos de defensa del gremio deben cambiar y afinarse para que el mejor aprovechamiento y beneficio sea una realidad, mientras dure la demanda importante del mineral.