Una de las empresas más representativas del sector en el departamento reportó pérdidas por algo más de mil millones de pesos.
El paro armado del Ejército de Liberación Nacional (ELN) terminó, y si bien Boyacá no vivió los actos de sabotaje y terrorismo que si se dieron en otras latitudes del país, hubo perjudicados con dicho paro.
Esencialmente las empresas del transporte intermunicipal de pasajeros, que reportaron una disminución cercana al 50% en la afluencia de pasajeros con el norte del departamento como destino.
Cada una de las empresas fue autónoma de la decisión de despachar buses, y hubo algunos destinos como Soatá, Sativanorte, Sativasur, Chita, Socotá y Tutazá que no tuvieron la demanda de pasajeros habitual en fin de semana.
A eso se suma el reporte realizado por Óscar Cuadros, gerente de la flota Sugamuxi, quien indicó que esta empresa, a causa del denominado paro armado, tuvo pérdidas por mil millones de pesos.