Por | Miguel Ángel Peña Moreno / Asesor TIC / @MiguelPTIC
La dura decisión de la Superintendencia de Industria y Comercio con respecto a negar la operación de UBER no cae nada bien en los emprendimientos de economía naranja. El hecho de favorecer un monopolio taxista robusto, intransigente y en muchos casos violento no es coherente con el apoyo a la ciencia y la tecnología, la promulgación de campañas, convocatorias y tantos beneficios para aquellos que quieren ofrecer una variedad de servicios de forma distinta con la puesta en marcha de aplicaciones móviles, contenidos interactivos o incluso servicios de información.
Siguiendo la misma línea de lo sucedido, resultará inaceptable si un emprendimiento con una aplicación móvil logra ser competencia fuerte para grandes superficies como almacenes de cadena o si en algunos casos, sea cual sea el gremio, se siente medianamente amenazado por la innovación y la creatividad de unos pocos. Un total despropósito lo que pasó con UBER y ojalá no sea el comienzo de la violación al principio de neutralidad en la red para nuestro país ya que la SIC también ordenó a Claro, Tigo, Movistar y ETB clausurar el acceso a esta aplicación móvil. Algo similar a lo que pasa en países como china, cuba o corea del norte donde funcionan estas decisiones para censurar contenidos en internet.
Según el documento Economía naranja primer reporte 2019 entregado por el DANE: “Del total de micronegocios en el país, 150.462 desarrollan actividades asociadas a la Economía Naranja lo cual corresponde al 3,14% del total nacional. El 28% de estos micronegocios generan más de un empleo, mientras el 72% son operados por trabajadores por cuenta propia. Dentro del último grupo, el 60,7% son dirigidos por hombres y el restante 39,3% por mujeres”. En el mismo informe se establece que en Colombia el porcentaje de población ocupada en actividades de Economía Naranja para el año 2018 fue de 1,2%. Son precisamente este tipo de actividades las que tienen como alternativa cientos de desempleados en nuestro país para salir adelante y llevar un sustento diario a sus hogares, sin embargo, para ellos hoy el panorama se torna gris y desanimado.
Los golpes colaterales para Colombia por expulsar a UBER no se hacen esperar, demandas por incumplimientos con el TLC, DIAN respondiendo por miles de millones recibidos por concepto de impuestos, la inversión extranjera y su inminente disminución, etc. En cuanto a los usuarios, en su gran mayoría, migrarán a Beat, DiDi, Indriver, Cabify, entre otras; Son 24 plataformas tecnológicas habilitadas para el servicio de transporte individual de pasajeros en modalidad de taxi. La regulación de las plataformas y actualización de la legislación debe ser una prioridad, no se puede pretender avanzar tecnológicamente si las leyes y normas siguen siendo de un país atrasado, sumido en el capricho de unos pocos que logran con su poder político poner freno al desarrollo. (Ni rajan, ni prestan el hacha).
Ojalá esta alternativa innovadora y confiable perteneciente a la economía naranja logre regresar a nuestro territorio cuanto antes, que así mismo se vuelva a recuperar la confianza en el futuro de todas esas ideas disruptivas que quieren un país lleno de oportunidades recuperando la esperanza en los que con esfuerzo y sacrificio le apuestan a la transformación digital y la cuarta revolución industrial como estilo de vida y bienestar de todos.