Las características principales de la gestión, las presenta el alcalde saliente justo horas antes de terminar el mandato en una publicación que llegará a las manos de los villaleyvanos como testimonio de su trabajo. La siguiente es la versión digital de la revista que contiene el balance de la gestión.
Este es uno de los logros más importantes de la presente administración en orden al manejo financiero y a las tareas de gestión que debe cumplir un alcalde responsable y comprometido, primero, con sus buenos resultados y luego con el futuro de la ciudad que, a su vez, implica el respeto por las siguientes administraciones.
Así resume Víctor Hugo Forero Sánchez, alcalde saliente de Villa de Leyva, la gestión de estos cuatro años que oficialmente terminan el próximo 31 de diciembre, pero que protocolariamente concluyeron esta tarde con la posesión del nuevo mandatario, Javier Castellanos.
El hecho de haber conseguido recursos de inversión por más de 100 mil millones, sin acudir a un solo peso de deuda, demuestra el grado de compromiso y la gestión realizada, lo cual se vuelve un hito, no solo para el siguiente periodo en Villa de Leyva, sino como ejemplo para todas las administraciones locales que comienzan en 1 de enero de 2020: se trata de no comprometer las fianzas municipales con empréstitos del sector financiero, que en la mayoría de los casos no son apalancamientos para las obras propuestas, sino que se convierten en onerosas cargas económicas que se prolongan en el tiempo, cuyos costos hacen que los bancos se conviertan en los principales socios de los presupuestos anuales de los municipios, vía las cargas financieras que, al principio, hacen ver como costos menores, pero que en el mediano y en largo plazo terminan haciendo erogar a las tesorerías buena parte de los recaudos anuales para el servicio de la deuda.
Esta política de endeudamiento de los entes territoriales debiera ser desterrada, en lo posible, por los alcaldes. En este caso, la administración de Víctor Hugo Forero, demuestra que es posible responder con la gestión y el buen uso de los recursos de los impuestos sin tener que hipotecar las finanzas del ente territorial. Los créditos a los municipios, a la postre, terminan en transferencias masivas de recursos públicos al sector financiero, el cual ve aumentadas sus exorbitantes utilidades haciéndose partícipe parasitario y mayoritario de los ingresos del erario, sabiéndose además, que los recursos de los empréstitos se han convertido, en muchos casos, en fuentes de corrupción.
