Con la imposición del neoliberalismo en el mundo, se legaliza el saqueo económico de los países ricos sobre los países pobres, asunto que es sostenido con la guerra del imperialismo, allí donde hay riquezas: petróleo, oro, esmeraldas, diamantes, carbón, y coltán, entre otros.
Pero también se adueñan de: el agua, la energía eléctrica, las vías, los aeropuertos, la educación y la salud; en una palabra, arrasan con todo lo que produce las más exuberantes ganancias. Un estudio de las Naciones Unidas dice que trecientos son lo golosos que dominan el mundo económico, aquí en Colombia poseemos uno: LUIS CARLOS SARMIENTO ANGULO, gracias a Dios.
También poseemos un ‘mesias’, ÁLVARO URIBE VELEZ, muchacho muy inteligente y habilidoso, descendiente del género narco del Cartel de Medellín, su vida pública empieza siendo muy joven como concejal y, luego, como alcalde de “Medallo”-su tierra- senador, gobernador de su departamento y presidente de la república, donde ha creado un partido político de ultraderecha de corte fascista, que gobierna por ya casi veinte años.
De paso por el senado demostró de plano sus capacidades histriónicas neofascistas e hizo aprobar leyes que el neoliberalismo ordena desde el nicho de Harvard, su escuela. Sí, estamos hablando de la famosa, Ley 100 de 1992,-la privatización de la salud- cayendo en manos de mercaderes de toda laya, algo así como uno más de los carteles de la mafia que hoy operan en el mapa de Colombia.
Con esto, los colombianos –en materia de salud-, estamos atrapados en unos Campos de Concentración llamados “EPS”, que resultan ser en realidad unos morideros, controlados por organizaciones ladronas que matan y comen del muerto.
Esto lo digo con conocimiento de causa: He tenido que lidiar con varios de estos “chuzos”- de cuyo nombre no quiero acordarme ahora, pues cualquiera es lo mismo- donde todo lo que hay que hacer es un pereque para que atiendan al paciente; terminando con la no entrega de los medicamentos formulados y la no hospitalización e intervención quirúrgica a tiempo.
A todo el mundo le hacen esto; pero pocos o nadie protesta, solo se quejan, y ya. Es de anotar que estos carteles son manejados por los honorables senadores y representantes de la república de Colombia, que es la corporación más corrompida del estado. Sí, el senado es el que hace las leyes y fija el presupuesto, pero crean entes para ejecutar -cuando de salud se trata- cuyo manejo está a cargo de mentes corruptas de sus honorables miembros. Hacen la cadena perfecta.