La tendencia del país a la polarización en las posiciones políticas está llevando en la falta de claridad sobre las propuestas de los candidatos y la ausencia de definición de los partidos y organizaciones políticas frente al tipo de sociedad que se quiere y sobre cuáles las acciones que se deben tomar para lograrlo.
En Boyacá la situación no es muy diferente; la polarización está a la orden del día y, sin embargo, en el transcurrir de la campaña ha surgido una candidatura distinta, cuyo sustento está lejos de esa polarización, con la claridad total sobre el rumbo que debe tomar el departamento para alcanzar un modelo de sociedad donde el trabajo, las oportunidades, la iniciativa empresarial, la transformación del campo, el mejoramiento de los servicios de educación y salud, y la garantía de superar males como el de la corrupción, tienen sustento y credibilidad, dadas las condiciones de quien lidera la propuesta, el exdiputado, exrepresentante a la Cámara y empresario Jairo Castiblanco Parra.
Castiblanco Parra , un hombre surgido de la entraña de una tradición empresarial ligada a la minería del carbón y ahora cono industrial del Coque, desde la región de Samacá, hoy por hoy una de las más prósperas de Boyacá, que ha hecho una carrera política basada en el conocimiento del territorio y sus habitantes, primero como diputado a la asamblea y luego como parlamentario y, actualmente, como presidente del partido de la U, en el departamento, al tomar la decisión de convertirse en el candidato de esa colectividad a la gobernación de Boyacá, afirma que lo hace desde el convencimiento de ofrecer una verdadera alternativa ante los ojos de sus coterráneos.
Se trata, dice el candidato, de poner a consideración del pueblo boyacense una propuesta que se resume en su eslogan ‘Boyacá, empresa que nos une’, queriendo significar que hay que entender el departamento como la gran empresa donde estamos y cabemos todos, y que, como toda empresa, se sostiene y crece con base en el trabajo, en la productividad y la capacidad para transformar, para innovar, para crear oportunidades.
Para lograrlo, concluye, hay que intervenir en todos los órdenes sociales y económicos para impulsar el bienestar de las mayorías. Desde la propuesta hecha de la experiencia y contacto permanente con la realidad, en este momento no se trata de un partido o de los intereses particulares de sectores o de personas, se trata de gobernar para todos los ciudadanos, enfatiza Castiblanco Parra.
Atrás la polarización
Estando convencido de esta idea, el aspirante a la gobernación, considera que llegó la hora de actuar bajo una nueva convicción de unidad, respeto e iniciativa, que nos aleje del condicionamiento perverso de que ‘si no se está con uno, se está contra uno’, para cambiarlo por la formulación e implementación de propuestas de soluciones en todos los órdenes, de acuerdo con los intereses locales y regionales, que brinden la salida a los problemas que aquejan a la población, donde lo primero será el impulso al sector productivo que en Boyacá tiene las grandes oportunidades del mercado más importante del país: la capital de la república. Una economía fuerte y diversa, donde la iniciativa de los distintos sectores reciba el apoyo necesario y oportuno.
Fortalecer el aparato productivo, es generar empresa, propiciar nuevos empleos, garantizar ingresos y por tanto darle solución a uno de los mayores problemas sociales: la pobreza. Está demostrado que no es con subsidios ni con limosnas como se sale de la pobreza, es con trabajo, con conocimiento, con dedicación y transparencia, abunda en el argumento, Jairo Castiblanco.
Una imagen favorable entre los boyacenses
Así es; el camino ha sido recorrido en el principal y más difícil tramo, lograr una imagen positiva entre la mayoría de quienes lo conocen. De acuerdo con varias encuestas recientes que han indagado por este tópico, encuentran que en los distintos segmentos poblacionales, la imagen positiva de Castiblanco supera a la mayoría.
Cuando se pregunta, por cuál de los actuales candidatos a la gobernación nunca votaría, la respuesta apunta a que por uno de ellos jamás lo hará el 21%, mientras que por Castiblanco, no lo haría solo el 7%, lo que quiere decir que la percepción de favorabilidad en este punto es más que aceptable.
En cuanto a la imagen negativa, llama la atención en las mismas encuestas que Castiblanco Parra la registra muy baja en el segmento de los jóvenes (18 a 25 años), con solo el 5%, mientras que otro de los cinco candidatos llega al 17%; este grupo puede ser definitivo en las elecciones de octubre, dado que los jóvenes, todo parece indicar, ahora tienden a participar más activamente en política; en el segmento, cuyas edades está entre 25 a 45 años, el candidato registra una imagen negativa alrededor del 10%, mientras que otro de los candidatos alcanza el 21%. Así que en estos dos segmentos que suman la mayoría de los electores, la imagen negativa del candidato tiende a estar por debajo del 8% en promedio, lo cual es una clara ventaja.
Otra cifra interesante de las encuestas la arroja la pregunta sobre quién considera que puede ser el principal continuador de las políticas del actual gobierno. A esta, es obvio, que la mayoría responde que el candidato del partido Verde, es decir el del partido del gobernador; en el caso de Castiblanco, solo lo considera el 7%. El resultado es interesante en la medida que se refuerza la idea de su candidatura como autónoma e independiente del actual gobierno, lo cual garantiza que se está proponiendo algo distinto, y que el elector, en efecto puede optar por nuevas alternativas.