Fue el mejor colombiano en la sexta etapa del Tour a pesar de todas las dudas que quisieron hacer surgir alrededor de sus capacidades, su condición física y hasta el fin de su carrera. En el ascenso a La Planche des Belles Filles Quintana se mostró seguro, tranquilo, y a pesar de la gran exigencia se le vio fresco para afrontar el duro ritmo que impusieron expertos escaladores como Thibaut Pinot en el pelotón y Giulio Ciccone y Tim Wellens metros más adelante.
La Planche des Belles Files es un ascenso que ha sido incluido en el Tour de Francia desde hace muy poco. Ni siquiera completa una década desde la primera vez que la ‘Grande Boucle’ pasó por tan imponente montaña. Pero en tan poco tiempo ha ido construyendo una historia de sufrimiento, de alegrías, derrotas y campeones, que han convertido a este puerto en un emblema del Tour en los últimos tiempos.
Bien lo sabe Nairo Quintana, que en la edición de 2017 perdió tiempo con Chris Froome, Romain Bardet, Rigoberto Urán y Alberto Contador. En la jornada de este jueves la pérdida fue mínima, y a diferencia de lo ocurrido un par de años atrás, no fue por cansancio sino más bien por falta de explosividad, característica de la que nunca ha gozado Nairo Quintana.
Este emblemático puerto es también famoso por su macabra historia. Se dice que durante la Guerra de los Treinta Años (1618-1648) las jóvenes de la población conocida como Plancher-les-Mines huían a esta montaña buscando escapar de los soldados suecos, famosos en la época por la comisión de violaciones. La leyenda dice que una vez en la montaña las mujeres de este poblado se suicidaban saltando a un lago.
Pero ni la terrorífica historia, ni los siete kilómetros de longitud de la montaña, ni su desnivel de 608 metros, ni las rampas de hasta 24% amedrentaron a un Quintana que se mostró sólido.
La Planche des Belles Filles guarda también grandes recuerdos para los ganadores del Tour de Francia en esta década. En 2012, primera vez que se subió el imponente puerto, el ganador fue Chris Froome, que conseguía de esa forma su primera victoria de etapa en Tour de Francia; Bradley Wiggins, que para ese entonces era el jefe de filas del Sky, se apropiaba del maillot amarillo en esa jornada y 14 días después iba a celebrar en la llegada a París.
En 2014 Vincenzo Nibali consiguió el maillot amarillo en la segunda etapa, lo perdió días más adelante y lo recuperó en la décima etapa cuando venció en la cumbre de La Planche des Belles Filles, desde allí hasta el fin del Tour conservó el anhelado maillot.
La tercera vez que se pasó por este puerto fue en 2017. Fue la quinta etapa de esa edición del Tour de Francia, día en el que se impuso Fabio Aru que en dicha ocasión iba a terminar quinto en la clasificación general, siendo esa su mejor presentación en Tour de Francia.
Esta vez el ganador fue Dylan Teuns, que se metió y se mantuvo en la fuga hasta el final, y que aprovechó el cansancio de Giulio Ciccone para tener piernas más frescas en la rampa del 24% que marcó el final del trazado.
Nairo Quintana fue séptimo al final de la etapa, considerando esto casi como una victoria, pues esta vez no dejó valioso tiempo frente a sus rivales por el título, pero además porque se le vio muy completo en la montaña, a diferencia de las ediciones pasadas donde la mala preparación le terminó pasando factura.
La nota negativa de la jornada para el Movistar la dio el rebelde y nunca ganador de una grande, Mikel Landa, que en medio de un nuevo arrebato lanzó un ataque sin sentido, dejando solo a Quintana en el pelotón, y realizando un desgaste innecesario y que seguramente le saldrá caro a medida que avancen los días en el Tour. Sin embargo, para Quintana la jornada fue completamente positiva.
“Está claro que estaba muy difícil, los rivales están muy fuertes aún, y bueno, hay que ir esperando el paso de los días. (…) al final hemos logrado lo que queríamos que era no perder tiempo”, comentó Quintana una vez finalizada la etapa.
Quintana hoy está por fuera del top 10 de la clasificación general, pero de seguir así, mostrando tal solidez en la montaña, no solo es un hecho que más temprano que tarde ingresará al top 10, sino que se convierte en un serio candidato a conquistar el ‘sueño amarillo’.