Es un ciclo de conferencias que ha llegado a su mitad y que ha logrado una gran acogida de toda la comunidad. El más reciente conversatorio estuvo a cargo de Julián de Zubiría, que logró cautivar a jóvenes estudiantes, docentes y directivos sobre los tres puntos que considera deben reformarse en el modelo para conseguir mejores resultados en la formación humana y académica de los egresados.
La reforma académica es uno de los grandes propósitos que tiene la actual directiva de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, pero este es un proceso que no puede hacerse sin evaluar varios estamentos y sin recoger valioso puntos de vista de expertos como de la misma comunidad.
Por ello han planteado un ciclo de cuatro conferencias en el que se analizará qué está fallando en el sistema educativo colombiano y cómo puede replantarse para conseguir una formación más íntegra y mejores profesionales en el corto, mediano y largo plazo.
La segunda de dichas conferencias estuvo a cargo del Doctor Julián de Zubiría, referente en materia de calidad educativa, que con una estimulante charla despertó el interés y el entusiasmo de toda la comunidad académica.
Su emotiva charla comenzó con una anécdota que llevó a la reflexión a los estudiantes presentes en el auditorio. “Estudié en una universidad pública, estudié economía y fui la mejor nota en cálculo 1, en cálculo 2 y en cálculo 3, pero no entendí nada, ni un solo concepto (…) hoy soy asesor en la Universidad Nacional y la situación es muy triste, encontré al mismo profe que tuve, enseñando la misma materia, con la misma metodología y con alumnos sacando cinco”.
Dicha reflexión fue un llamado de atención para advertir que en las universidades no están enseñando a pensar al alumno, “están enseñando ciencia, pero no a pensar científicamente”, señaló Julián de Zubería.
Hizo énfasis en el fracaso que viven cientos o miles de egresados que una vez consiguen su título, enfrentan una realidad para la cual no han sido preparados. “Me he estudiado 14 informes de empresarios y no hablan de tener problemas para sacar derivadas, hablan de las dificultades que tienen los egresados para trabajar en equipo, para pensar en soluciones, para plantear nuevas preguntas”.
Y respaldó dicha realidad con los resultados de Colombia en pruebas PISA, concretamente las de 2015, de las que el por entonces presidente de la República, Juan Manuel Santos, destacó haber conseguido los mejores resultados d la historia. “Lo que no mencionó Santos es que los resultados de esas pruebas evidenciaron que menos del 1% de los jóvenes leen de manera crítica”. Agregó que un país que no tiene capacidad de interpretar un texto, que no comprende lo que lee, y que tiene sentido crítico; termina eligiendo a sus gobernantes por emociones y no por ideas, y de ahí se explica el porqué del fracaso en procesos de paz, o de resultados vergonzosos como la victoria del no en el plebiscito por la paz.
A los directivos les lanzó un contundente mensaje, pues para él los esfuerzos se están enfocando mal, destinando la mayor parte de ellos hacia los profesores y no hacia los estudiantes.
Julián de Zubería también destacó la importancia del debate y la discusión como herramientas para estimular el pensamiento, como una forma de despertar el sentido crítico y el análisis de cada uno de los jóvenes. Y aclaró la inminente necesidad de trabajar en la reformulación de los programas académicos, pues considera que durante los primeros semestres el aprendizaje debe ser más integral. “Debería ser ley de la nación la inclusión de una materia llamada proyecto de vida, con eso cada uno va a tener idea para dónde va”.
También fue crítico con el sistema evaluativo, pues para su consideración este fue diseñado para calificar pero no para evaluar. Dando a entender así que la calificación con escalas de 1 a 5, o de 1 a 10 en casos más extraños, están mandadas a recoger, pues lo que realmente se debería hacer es establecer que niveles de aprendizaje ha alcanzado o superado cada estudiante.
La retroalimentación fue otro de los aspectos a destacar para este experto en calidad de la educación, pues de no existir la retroalimentación, la enseñanza se estará convirtiendo en una pérdida de tiempo.
“Para la universidad es un motivo de alegría, un motivo de felicidad académica haber contado el día de ayer y el día de hoy con dos intelectuales de lo más prestigioso de este país y a nivel internacional por lo que han hecho por la educación, por lo que hacen. Julián de Zubería es uno de los pensadores más importantes que tiene América Latina hoy para pensar en educación, para pensar las reformas académicas, para atreverse a mostrar lo que significa educar en todo el sentido de la palabra“, señaló Manuel Restrepo, vicerrector académico.
La próxima charla de este ciclo de conferencias será el próximo 11 de julio con Dolly Montoya, rectora de la Universidad Nacional.