Por: Olmedo Vargas Hernández
Pre-candidato a la Gobernación de Boyacá 2020-2023
Tunja, 23 abril 2019
Así tituló, el editorialista de EL DIARIO, su “pequeño análisis” político del 16 de abril, vísperas de la Semana Santa. No es su extensión lo que le hace pequeño sino lo “somero” del mismo. Quisiera aportarle al articulista algunas preguntas que podrían facilitar y ampliar el “pequeño análisis” y estimular la reflexión en los lectores:
¿Es cierto que las candidaturas a gobernación de Boyacá, del Centro Democrático y del partido Verde se definen en la sede de la Vice-presidencia y en el palacio de la Torre, respectivamente?
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¿Cómo explicar que el gran esfuerzo de seis precandidatos conservadores orientado a reorganizar su partido durante dos años, hubiera naufragado –al mejor estilo del Titanic- en menos de una semana a manos de un filoso iceberg?
¿Tiene la alianza Partido Liberal – MAIS algún intento por recuperar el viejo tronco del partido de la U?; o, ¿es una simple pauta política de mermelada regional?
¿Por qué, de los 23 candidatos a la gobernación quedarán solo tres, en menos de un mes?
¿Resulta necesario el derroche de grandes sumas de dinero y de maquinarias burocráticas y presupuestales para aspirar al cargo de Gobernador de Boyacá?
¿Son, real o coyuntural, la independencia y la madurez política de la opinión de los boyacenses, quienes por más de 14 años han expresado su voto en favor de las causas democráticas, de la paz y contra la corrupción?
Quiero concluir éstas sugerencias con dos temas de primera mano referidos a la candidatura que lidero.
Mi candidatura irá hasta el 27 de Octubre, con una propuesta política diversa e incluyente, enriquecida por la transparencia e independencia y con aliados estratégicos de movimientos sociales y políticos, redes de amigos y dirigentes políticos y populares de diferentes marcas y colores, en todas las provincias y ciudades de Boyacá. La recolección de FIRMAS nos ha permitido construir desde abajo una nueva dinámica política.
Es tal la importancia de estudiar la realidad política, como lo es la necesidad de evaluar y calcular el impacto económico -comercio de bienes, servicios y empleo- que el turismo religioso que colmó territorios y santuarios trajo consigo durante la semana santa a Boyacá, pues implica conjugar el análisis de información sobre la movilidad de autos particulares, del incremento de rutas de buses hacia Boyacá y entre las provincias, así también de la ocupación hotelera y sus tarifas, amén de otras variables. Solo así podemos establecer la importancia del turismo religioso en la construcción de la estrategia de desarrollo para Boyacá.
En la Gobernación 2020-2023, con educación, tecnología y arte, proyectamos crear 50.000 empleos a través del turismo religioso, ambiental y saludable, que proponemos a los boyacenses. Su base será la recuperación, adecuación y dotación de un circuito de senderos y caminos que potencie las romerías en torno a los cincuenta monumentos religiosos más visitados en el Departamento. Cada sendero estará dotado de una placa huella, cercas con árboles nativos, hoteles, posadas, restaurantes y gastronomía autóctona, mercadillos campesinos y artesanales, lugares de descanso y baños, cuidados de salud a los caminantes, etc. Se trata de mover y potenciar la economía de las provincias de Boyacá.
