Duitama, responsabilidad de todos

Foto | Hisrael Garzonroa
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Por | Alonso Rafael Gómez Castro

Nuestra amada ciudad de Duitama, ubicada en el corazón de Boyacá, entre la omnipresente cordillera del Oriente Colombiano,  cuna del valeroso general militar Muisca el gran Cacique Tundama, líder de la resistencia latinoamericana contra el yugo español, tierra que sumó a recios campesinos,descendientes del Tundama, al Ejército Libertador, duplicando los hombres para la batalla, preparados por la Legión Británica.

Duitama fue donde se gestó y direccionó los triunfos de la Gran Colombia para las batallas del Pantano de Vargas y el Puente de Boyacá, desde la Casona del Marquesado de Surba y Bonza, hace 200 años. Es sin lugar a dudas, emblemática, emprendedora, histórica, culta, deportiva, comunitaria, turística y cautivadora, no solo por su proyección, ubicación estratégica, clima agradable, sino también por la amabilidad de su gente, su deliciosa comida y ese encanto que enamora a quien los visita.

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Alonso Rafael Gómez Castro- Especialista en Gobierno y Gestión Pública Foto | archivo personal

Pero tenemos que reflexionar desde nuestra conciencia como hijos y ciudadanos, acerca de qué somos, qué queremos y qué necesitamos como sociedad, se concibe hoy en día como una representación, un símbolo colectivo que invita a repensar. Como dice monseñor Pedro María Laxague: «Todos somos importantes en una ciudad y cada uno ocupa un cargo, un rol. El cargo es carga porque es una responsabilidad, es un peso y es un deber. Y el cargo no es solo para los políticos, es para todos los ciudadanos. Lo hacemos entre todos o no lo hacemos, eso de que una ciudad sea viva o un lugar de encuentro de la familia tiene que ser una responsabilidad de todos”.

Existen desafíos multisectoriales y de participación ciudadana. Ello abre oportunidades para pensar que hijos e hijas de Duitama tienen el perfil, el deseo y la voluntad, para asumir cargos de elección popular o nombramiento, pensando el rol que ocupan los jóvenes en la comunidad, ávidos de contribuir con ideas, pues han crecido en una realidad distinta a la de sus padres y abuelos, son un verdadero potencial, con innovación, propuestas audaces, a veces generando soluciones inesperadas, con una mirada fresca, mayor respeto por el medio ambiente y comunidades.

Desafortunadamente el monstruo de la corrupción asusta hoy. Todos lo hemos consensuado como “nuestro antagonista”, pero ¿cómo dirigimos el enfrentamiento? ¿Con qué estrategias y protagonistas combatimos su monstruosidad? Por qué hablamos de corrupción y pensamos solo en los gobernantes, que, habiendo sido elegidos para conseguir el bien común, dirigen sus actos hacia el bien personal y utilizan los recursos del Estado para aumentar sus riquezas y patrimonio; y no pensamos que nosotros  también somos corruptos “En cosas y no es tan grave” como botar basura, apoyar la ilegalidad, no respetar las leyes, etc, dicen. Y, bueno, si piensan así cuando lleguen arriba van a seguir generando desorden en las calles, en el espacio público, robando, total hay otro que roba más. En palabras de Max Weber, la falta es de los políticos que “viven de la política” y no “para la política”.

En conclusión, la mayoría de ciudadanos evitan ser responsables. Una persona responsable tiene una actitud de estima y respeto para con su propia persona y aporta esos mismos valores a las tareas en que participa. No podemos escapar a la responsabilidad de mañana evitándola hoy.

Nuestra ciudad necesita de todos, porque un ciudadano es miembro activo de un Estado, dentro del cual se somete a sus leyes, donde tiene derechos políticos. Lo más inofensivo es lo que más daño hace a la ciudad. Muchas veces por no querer aplicar las leyes, cuando son pequeños terminan por asfixiarnos, como pasa en la actualidad. Portémonos bien, así le va bien a Duitama.

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