Para ello, figuran los nombres del diputado Rodrigo Bernal y del excongresista Jairo Castiblanco Parra.
Continúan organizándose las principales colectividades del departamento de cara a una nueva contienda regional electoral, donde los boyacenses tienen la tarea de elegir al nuevo Gobernador, Asamblea, alcaldes y concejales. Ejemplo de ello es el proceso que lleva a cabo el Partido de la U, quien como estrategia para su resurgir, tiene contemplado presentar candidato a la Gobernación de Boyacá.
En un primer escenario, aparece el excongresista y actual presidente del directorio departamental del partido, Jairo Castiblanco, quien llega con la experiencia para pensar en representar a la colectividad en la contienda por el Palacio de la Torre.
“El partido de la unidad le muestra a Boyacá que estamos con las puertas abiertas para aquellos que quieran participar en las elecciones, la idea es consolidarnos nuevamente como la primera fuerza política del departamento (…) en el tema de la Gobernación, estamos haciendo una consulta con nuestros militantes, para definir quién será el candidato, no quiero apresurarme, ni irrespetar a las demás personas que tienen la misma intención, pero, si la responsabilidad es mía, trabajaremos por hacer de Boyacá un mejor departamento”, indicó Castiblanco.
Por su parte, el diputado Rodrigo Bernal, el otro precandidato de La U a la Gobernación, sigue centrado en su proyecto desde un ala de la colectividad que también la fuerza de ser opción de gobierno.
“Mi precandidatura se gestó ante la pérdida de dirigencia dentro del partido. Vengo de la provincia de Sugamuxi donde se ha perdido cierto liderazgo, por eso considero que, es el momento, de mostrar a un hijo de la región como una opción para la próxima Gobernación. Tengo todas la garantías para lanzarme al ruedo”, aseveró Bernal.
Se espera que en las próximas semanas, el Partido de la U escoja a su candidato para buscar alianzas que permitan su llegada a la administración central 2020-2023.
Siga soñando señor Castiblanco. La plática no es todo. No compra ni el honor ni la decencia y mucho menos el conocimiento.